Vida con estilo
¿Cómo salvar una receta que salió mal?
En la cocina son incontables los errores que pueden ocurrir mientras se preparan alimentos. Es común que se agregue algún ingrediente de más, que la comida quede muy salada o que se pase de cocción. Sin embargo, cuando esto sucede, no es necesario desechar la preparación. A pesar de que lo mejor en todos los casos es la prevención, existen trucos que pueden funcionar para enmendar la receta en un momento determinado. Estos son algunos de los desaciertos más habituales y sus soluciones:
- Si la comida se excedió de sal: este suele ser el problema más frecuente en la cocina. Un recurso bastante utilizado y muy eficaz es añadir una papa a la receta para absorber el exceso de sal, aunque esto solo funciona cuando se trabaja con sopas, caldos, guisos y algunas salsas. Otra opción es añadir un contraste ácido, sobre todo con los guisados. Por ejemplo, un toque de jugo de limón corta la sal. Si se trata de una preparación que lleva nata o crema de leche, se puede solucionar agregando un poco más de esos ingredientes.
- Si la pasta se pasó de cocción: se puede poner en agua con hielo durante unos minutos para cortar el proceso de cocción y hacer que el almidón se contraiga. Luego, se recalienta en una salsa de tomate.
- El arroz se quemó: coloque una rebanada de pan encima del arroz dañado y tape la olla nuevamente. Espere unos minutos y puede servir con normalidad, ya que el pan absorberá el sabor a quemado. Otra opción es añadir trocitos de cebolla para remover el olor.
- La carne se pasó de cocción: un consejo en este caso es desmenuzar la carne chamuscada y utilizarla en la preparación de salsas que disimularán el mal sabor del alimento.
- La pasta quedó grumosa: agregue un poco de aceite y sirva con una salsa gruesa para añadir textura y romper los fideos pegados.