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Las Zonas Económicas Especiales Como Ejemplo de Otras Cosas

Recientemente envié un tuit deseando que se hiciese realidad el anuncio que hacía el diputado José Gregorio Vielma Mora (PSUV) sobre la creación de Zonas Económicas Especiales  (ZEE). Destaqué que me había sorprendido favorablemente que un chavista de alto nivel se refiriera al empresariado, como “imprescindible” y “protagonista” de la recuperación económica. No me imaginé que el tuit tuviera tantos comentarios: Los de aprobación se referían a la esperanza: “ojalá sea así”; mientras que los de rechazo no se referían al papel de las ZEE en el desarrollo, sino a que “viniendo de esa gente, no se puede creer en nada”. 

Si bien es cierto que el gobierno chavista ha hecho planteamientos atractivos a los sectores en momentos de dificultades y para comprar tiempo mientras las cosas se calman (mejorar el acceso a divisas controladas, la Ley Antibloqueo, etc. ) un demócrata no puede caer en la conducta no democrática de descalificar la idea en función del QUIÉN la plantea; debe analizarla en función de lo QUÉ se plantea, sus costos y beneficios, papel de los involucrados, fuentes de recursos, entre otras cosas propias de un enfoque al logro de soluciones. 

Un principio de la negociación orientada a “Yo gano-Tú ganas” es nunca enfocarse en las personas, en el QUIÉN; sino en el problema, en el QUÉ. Otra de esas reglas señala que los problemas deben analizarse desde un punto de vista pragmático, nunca ideológico. En la medida que el problema se enfoca en lo ideológico, sobre todo si la ideología es extrema, se topa con aquello de que esas ideologías siempre incluyen el predominio de unos y la desaparición de otros actores. Así, desde el punto de vista de quienes no quieren creer nada que venga del chavismo, parece que aspiran a que este segmento social desaparezca; al igual que ellos temen, y con razones, que el chavismo quiere acabar con quienes no lo sean porque han recibido demasiadas señales en este sentido.

Sin embargo, caer en el “ojo por ojo…” es caer en la polarización y, por esa ruta, lo que se ha logrado es alimentar el juego equivocado del conflicto y sus consecuencias: el deterioro del país. La alternativa no es ser más excluyente que el otro para “que pague por lo que hizo”, sino mantenerse en el juego democrático incluyente a través del intercambio de razones sobre el problema. 

Otra regla relacionada con las negociaciones “ganar-ganar” es ubicar los objetos sociales según sus resultados (realización) y no por su origen (adscripción). Quien se fija en el QUIÉN, de manera ideológica y polarizada ubica al otro en un patrón inamovible, como cuando se categoriza a las personas por su raza, género, región, grupo social de origen o por su pertenencia a iglesias o grupos ideológicos. Por esta vía no hay acuerdos posibles. En cambio, quien se fija en el QUÉ y el CÓMO hacer las cosas, califica a los objetos sociales en función de sus resultados (realización) y se consiguen puntos de coincidencia. 

Uno de los peores errores de la oposición en los 22 años del gobierno chavista es haber caído en el juego de la polarización. Por esa vía, le dio notoriedad a Chávez y al chavismo; se enfocó en sacarlo del poder (sin tener la organización para hacerlo) y abandonó la discusión democrática y hasta espacios de poder que ha ocupado. En esto último, se metió un auto gol al llamar a la abstención porque se enfocó en acabar con el otro señalándolo como tramposo, en vez de fijarse en su enorme potencial, de más del 80%, para ganar elecciones. Por esta ruta, la oposición abandonó su posicionamiento de marca como sector democrático, pluralista, para convertirse en contendiente en un pleito enfocado en dirimir quién gobierna y no cómo se gobierna. Todo lo cual explica por qué la ciudadanía ya no reconoce a los partidos de oposición como alternativa al chavismo, ni al chavismo como solución; por lo que está volteándose hacia la Iglesia y el empresariado como referentes de soluciones. Y estos dos actores están enfocados en negociar. ¿Cómo?

El no chavismo necesita idear e impulsar iniciativas; en vez de ser reactivo; ocupar los espacios vacíos que dejan los errores del gobierno. El impulso a la vacunación por actores no gubernamentales no ha logrado, todavía, que el gobierno de NM incluya a no gobernantes en el pago, traída y distribución de la vacuna, más bien ha estatizado el manejo del problema a pesar de que no tiene los medios para resolverlo. Pero aprendimos algo: Al insistir Juan Guaidó en que iba a pagar y traer la vacuna, aunque el gobierno lo ignorase, lo obligó, sin descalificar a nadie, a encontrar los dineros que decía que no tenía para comprarla y traerla. Ahora toca levantar la bandera de cómo distribuir y colocarla. Y el gobierno tendrá que responder. Si quieres que las ZEE funcionen, comunica los atributos que consideres apropiados y demuestra, con hechos concretos, los que consideres inconvenientes. ¡Pica adelante!

@joseagilyepes

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Un comentario

  1. Quien conoza al autor de este articulo y a la vez conozca a Venezuela desde hace mas de 70 decadas, tiene que preguntarse cual es la motivacion de este «profesor» para atreverse a criticar a la expresion legitima de la Venezuela decente mientras omite, intencionalmente, calificar a ese otro «lado» como lo que es, usurpador, asesino, ladron, narcotraficante, …etc. Es deplorable tener que ser testigo de tal degeneracion.

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