La salud mental del venezolano, un problema desatendido
El foro de AnalíticaTV titulado «El Estado de la Salud Mental en Venezuela», realizado recientemente con la participación de los especialistas Francis Crivoy, Carlos Rasquin y Pedro Delgado, dejó al descubierto una crisis alarmante en el ámbito de la salud mental en el país. Moderado por Emilio Figueredo, el evento abordó no solo el deterioro de las condiciones de atención médica, sino también las graves consecuencias sociales y emocionales que enfrenta la población.
Diagnóstico de una tormenta perfecta
Francis Crivoy, psicóloga especializada en neuropsicología, inició su intervención describiendo lo que denominó una «tormenta perfecta» para el desarrollo de trastornos mentales en Venezuela. La crisis económica, política y social ha generado un entorno donde factores como la pobreza extrema, el desempleo, la inseguridad alimentaria y la migración masiva afectan profundamente la salud mental de la población.
Entre los grupos más vulnerables destacó a los niños, quienes sufren trastornos del neurodesarrollo debido a la mala nutrición y el estrés materno durante la gestación. Asimismo, la adolescencia y la adultez muestran alarmantes niveles de ansiedad, depresión y suicidio. Según datos del Observatorio Venezolano de la Violencia, en 2023 se registraron 8,2 suicidios diarios, cifra que podría ser mucho mayor debido al subregistro.
Instituciones colapsadas
El psiquiatra Pedro Delgado aportó cifras desgarradoras sobre el estado de los hospitales psiquiátricos en Venezuela. Según un estudio realizado en 2019, apenas un 24% de las camas disponibles en estos centros estaban operativas debido a fallas en servicios básicos, como agua y electricidad, y a la falta de medicamentos esenciales. “La demanda supera ampliamente la oferta, mientras que muchos especialistas han emigrado y los sueldos del personal son insuficientes”, explicó Delgado.
El impacto del miedo y la frustración
Carlos Rasquin, psiquiatra y psicoanalista, expuso que el estado emocional predominante en Venezuela puede definirse como un “síndrome de frustración generalizada”. Tras un breve periodo de entusiasmo por el cambio político en 2023, la población ahora enfrenta una sensación de impotencia y miedo, exacerbada por la censura y la represión. Un ejemplo ilustrativo fue el testimonio de un profesor universitario que relató cómo sus estudiantes temían hablar sobre libertad de expresión, incluso en un salón cerrado.
Propuestas para revertir la crisis
Los panelistas coincidieron en que la solución pasa por un esfuerzo multisectorial y la implementación de políticas públicas que prioricen la salud mental en el presupuesto nacional. Entre las propuestas destacan:
- Fortalecer la infraestructura de atención psiquiátrica mediante la inversión en hospitales y la dotación de insumos y medicamentos.
- Educar para vencer el estigma sobre la salud mental y fomentar la prevención temprana.
- Aprovechar la tecnología, como la teleconsulta, para llegar a poblaciones remotas.
- Colaborar con organismos internacionales, adaptando modelos exitosos a la realidad venezolana.
Un problema desatendido
El foro concluyó con un llamado de los especialistas a priorizar la salud mental como una pieza clave en el desarrollo del país. En palabras de Emilio Figueredo, “entender la magnitud de esta crisis es esencial para garantizar un futuro digno y con esperanza para los venezolanos”.
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El deterioro de la salud mental en Venezuela: Un llamado urgente a la acción
El foro de Analítica titulado «El Estado de la Salud Mental en Venezuela», realizado recientemente con la participación de los especialistas Francis Crivoy, Carlos Raskin y Pedro Delgado, dejó al descubierto una crisis alarmante en el ámbito de la salud mental en el país. Moderado por Emilio Figueredo, el evento abordó no solo el deterioro de las condiciones de atención médica, sino también las graves consecuencias sociales y emocionales que enfrenta la población.
Diagnóstico de una tormenta perfecta
Francis Crivoy, psicóloga especializada en neuropsicología, inició su intervención describiendo lo que denominó una «tormenta perfecta» para el desarrollo de trastornos mentales en Venezuela. La crisis económica, política y social ha generado un entorno donde factores como la pobreza extrema, el desempleo, la inseguridad alimentaria y la migración masiva afectan profundamente la salud mental de la población.
Entre los grupos más vulnerables destacó a los niños, quienes sufren trastornos del neurodesarrollo debido a la mala nutrición y el estrés materno durante la gestación. Asimismo, la adolescencia y la adultez muestran alarmantes niveles de ansiedad, depresión y suicidio. Según datos del Observatorio Venezolano de la Violencia, en 2023 se registraron 8,2 suicidios diarios, cifra que podría ser mucho mayor debido al subregistro.
Instituciones colapsadas
El psiquiatra Pedro Delgado aportó cifras desgarradoras sobre el estado de los hospitales psiquiátricos en Venezuela. Según un estudio realizado en 2019, apenas un 24% de las camas disponibles en estos centros estaban operativas debido a fallas en servicios básicos, como agua y electricidad, y a la falta de medicamentos esenciales. “La demanda supera ampliamente la oferta, mientras que muchos especialistas han emigrado y los sueldos del personal son insuficientes”, explicó Delgado.
El impacto del miedo y la frustración
Carlos Raskin, psiquiatra y psicoanalista, expuso que el estado emocional predominante en Venezuela puede definirse como un “síndrome de frustración generalizada”. Tras un breve periodo de entusiasmo por el cambio político en 2023, la población ahora enfrenta una sensación de impotencia y miedo, exacerbada por la censura y la represión. Un ejemplo ilustrativo fue el testimonio de un profesor universitario que relató cómo sus estudiantes temían hablar sobre libertad de expresión, incluso en un salón cerrado.
Propuestas para revertir la crisis
Los panelistas coincidieron en que la solución pasa por un esfuerzo multisectorial y la implementación de políticas públicas que prioricen la salud mental en el presupuesto nacional. Entre las propuestas destacan:
- Fortalecer la infraestructura de atención psiquiátrica mediante la inversión en hospitales y la dotación de insumos y medicamentos.
- Educar para vencer el estigma sobre la salud mental y fomentar la prevención temprana.
- Aprovechar la tecnología, como la teleconsulta, para llegar a poblaciones remotas.
- Colaborar con organismos internacionales, adaptando modelos exitosos a la realidad venezolana.
Un problema desatendido
El foro concluyó con un llamado de los especialistas a priorizar la salud mental como una pieza clave en el desarrollo del país. En palabras de Emilio Figueredo, “entender la magnitud de esta crisis es esencial para garantizar un futuro digno y con esperanza para los venezolanos”.