La riqueza no es otra que aquella que nosotros mismos producimos

Por Luis Vicente León/ Director de Datanálisis

Quizás la frase más relevante de la historia económica de Venezuela ha sido esa de Uslar Pietri donde recomienda sembrar el petróleo. Mas allá de las múltiples interpretaciones que podemos dar de ella, la mía personal no se refiere solamente al uso de los recursos petroleros para promover la diversificación económica y reducir en el tiempo la dependencia a un sólo bien, que nos hace hipersensibles y volátiles.

Se refiere también a sembrar esos recursos en nuestras mentes. Al cambio en nuestros modelos de pensamiento. Al uso de los recursos para educarnos y entender que la riqueza no es otra que aquella que nosotros mismos producimos, mas allá de los recursos que recibimos en maná.

Es la educación, la formación, el debate, la apertura, la libertad, la democracia, los derechos y la felicidad los que deben florecer a partir de la semilla negra que nos regalaron. No es cierto que nada de eso ha pasado. Si hemos perdido años sin sembrar en la diversificación y sin desarrollar fuentes alternativas de desarrollo económico.

Y esa tarea será las más compleja en el futuro, pero si tenemos los grupos de personas educadas y formadas, camin capacidad de reconstruir el país. Tenemos venezolanos comprometidos con la libertad y los valores ciudadanos.

Tenemos demócratas convencidos. No son quienes gobiernan hoy. Pero están ahí, haya o no haya petróleo y luego del invierno que parece haber congelado todo, esa semilla puede germinar y cuando lo haga, si seguimos su ADN llegaremos al petróleo, que mas allá de su enorme desperdicio, dejó un pedazo productivo que aun nos puede ayudar a desarrollarnos y llevarnos a la modernidad.