La resistencia del billete de Bs 100: un año después en medio de hiperinflación
Este lunes se cumplió un año desde que el presidente de la República, Nicolás Maduro, decretara la desmonetización del billete 100 bolívares, que para el momento del anuncio era la pieza monetaria de mayor denominación en el país.
Han pasado nueve prórrogas desde entonces para alargar la vida del billete de 100 bolívares, la más reciente, anunciada el pasado 21 de noviembre por la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban), extendió su vigencia hasta enero del 2018.
“He decidido sacar de circulación los billetes de cien bolívares en las próximas 72 horas y dar un plazo prudente para que quienes posean billetes de cien bolívares los declaren ante la banca pública y el Banco Central de Venezuela”, dijo Maduro en la transmisión de su programa dominical el 11 de diciembre del 2016.
La medida, sumamente cuestionada y criticada por economistas, analistas y por el propio ciudadano de a pie, sorprendió a los venezolanos a pocos días de las celebraciones navideñas y de fin de año. Por tratarse de un mes en el que las transacciones con los billetes de más alta denominación suelen ser numerosas y apremiantes, sumado a un índice inflacionario en el alza para el momento aun ritmo de aceleración menor al de la actualidad, la medida demostró ser poco o nada efectiva pasados 12 meses.
Colas kilométricas frente a las dos sedes del Banco Central de Venezuela (BCV) en el país, en Caracas y en Maracaibo, con centenares de venezolanos que tenían el billete de cien bolívares y que se les quemaba en sus manos, así como saqueos y un caos generalizado en comercios y establecimientos en la ciudad capital y en el interior, así como entidades de bancos públicos y privados colapsadas, fueron algunas de las consecuencias de la medida de Maduro para contrarrestar el contrabando de la pieza monetaria y enfrentar un capítulo más de la denominada “guerra económica”.
“Le he dado la orden al general en jefe Padrino y al mayor general Néstor Reverol, de cerrar inmediatamente todas las posibilidades terrestres, aéreas y marítimas para que no regresen esos billetes que se los llevaron y hora que se queden con su estafa en el exterior”, dijo Maduro.
A pesar de que el Ejecutivo implementó un nuevo cono monetario conformado por los billetes de 500 bolívares, 1.000 bolívares, 2.000 bolívares, 5.000 bolívares, 10.000 bolívares, 20.000 bolívares y recientemente el billete de 100.000 bolívares, 43,5% del total de piezas en circulación corresponde al billete de 100 bolívares y solo 9,9%, hasta finales del mes de octubre, según datos del BCV, constituyen piezas del nuevo cono monetario, un porcentaje que n incluye los billetes de 100 mil bolívares.
De acuerdo con cálculos de la Comisión Permanente de Finanzas de la Asamblea Nacional, el déficit de piezas monetarias es de al menos 1 millardo.
Al cierre de 2016, la inflación de Venezuela fue de 550%, de acuerdo con proyecciones del diputado a la Asamblea Nacional y actual presidente de la Comisión de Finanzas del Parlamento, José Guerra.
El gobierno venezolano, mediante el BCV, reportó al Fondo Monetario Internacional (FMI) que la inflación en el país al cierre de 2016 fue de 274%, sin embargo, el ente emisor no publica cifras ni estadísticas de varios indicadores, como la variación de precios, desde el tercer trimestre de 2015.
Doce meses después del decreto de guerra a muerte contra el billete de 100 bolívares anunciado por el Ejecutivo un dólar equivale a mil billetes de cien bolívares.
Cálculos de la Asamblea Nacional, que registra la variación de precios mensual mediante su propio índice -con la misma metodología que la del BCV- ante la opacidad del ente emisor, develaron que la inflación en noviembre fue de 56,7% y la acumulada se disparó a 1.369%, cifras propias de una economía en hiperinflación y con depresión económica, según preciso la Comisión de Finanzas del Parlamento.
Luego de un año de mantener su vigencia, la resistencia del billete de 100 bolívares luce más como una persistencia simbólica y alegórica en medio de la profunda crisis económica por la que transita Venezuela.
