Hacinamiento, enfermedades y desnutrición afectan a privados de libertad
Un estudio realizado por Una Ventana a la Libertad permitió identificar los principales problemas que presentan los centros de detención preventiva de la Gran Caracas, Barquisimeto, Coro, Maracaibo, Maturín y Valencia.
Altos porcentajes de hacinamiento, presencia de enfermedades infecciosas y contagiosas, falta de alimentos y de agua potable, desnutrición y retrasos e irregularidades en los traslados de los detenidos a sus centros de reclusión definitiva son algunos de los problemas que afectan a los privados de libertad que permanecen en centros de detención preventiva.
La situación fue constatada a través del estudio Centros de detención preventiva en Venezuela: un diagnóstico preliminar, realizado por Una Ventana a la Libertad.
La ONG identificó los principales problemas que presentan los centros de detención preventiva de la Gran Caracas, Barquisimeto, Coro, Maracaibo, Maturín y Valencia, ciudades que reúnen el mayor número de población penal del país, en lo que va del año 2016.
La clausura de penales, el retaso en la construcción de nuevos centros de reclusión y la falta de cupos para el traslado de privados de libertad a las cárceles, han convertido a los centros de detención preventiva, diseñados para albergar detenidos durante lapsos menores a 48 horas, se hayan convertido en centros que acogen de forma indefinida a presos, a pesar de no contar con la infraestructura ni los espacios adecuados, ni con insumos básicos necesarios.
Las condiciones de insalubridad y la falta de alimentos han afectado el derecho a la vida y a la salud, de privados de libertad recluidos en centros de detención preventiva, como ocurrió con Carlos Enrique Hernández, de 30 años de edad, quien murió por tuberculosis y desnutrición, el pasado 15 de septiembre, en Polichacao, donde estaba detenido desde el 10 de octubre de 2015.
El hacinamiento y la falta de alimentos también han provocado hechos de violencia, como los registrados el pasado 11 de septiembre en Barquisimeto, cuando fueron decapitados Edickson José Chirinos Chirinos, de 25 años de edad y Miguel Ángel Gutiérrez Catari, de 20 años de edad, en una celda de la Comandancia General de la Policía de Lara, en Barquisimeto. Familiares de ambos detenidos denunciaron que los asesinatos presuntamente fueron provocados en venganza por el robo de alimentos.
En otras ocasiones los alimentos llevados a los centros de detención por familiares de los detenidos han terminado en manos de funcionarios policiales o de pranes. Este problema ha sido recurrente en Maturín.
La presencia de enfermedades como la sarna ha sido frecuente en centro de detención preventiva de Lara, Carabobo y Falcón. También se constató la presencia de detenidos con VIH, amibiasis e hipertensión, que no reciben los tratamientos requeridos.
Sin motivos para celebrar
Todos los 24 de septiembre la Iglesia Católica celebra el día de la Virgen de las Mercedes, patrona de los encarcelados. Históricamente esta ha sido una fecha importante en las cárceles venezolanas donde se realizaban actividades religiosas. Además se esperaba el otorgamiento de indultos por parte del presidente de la República a los reclusos que cumplían los requisitos para obtenerlos. En los últimos años esta tradición se ha perdido.
Este 24 de septiembre en lugar de tener motivos para conmemorar el día de su patrona, los privados de libertad recluidos en los centros de detención preventiva tienen muchos problemas que afrontar.
Una Ventana a la Libertad insta a las autoridades a generar las políticas públicas adecuadas para afrontar los problemas de los centros de detención preventiva en del país.
La organización espera que el diagnóstico realizado sirva como insumo para la búsqueda de soluciones efectivas, en la que prevalezcan el respeto de los derechos humanos de los privados de libertad, de sus familiares y de los miembros de los cuerpos de seguridad que cumplen funciones de custodia dentro de estos recintos.
Información vía Nota de Prensa.