España: Víspera de sorteo de Navidad llena de ilusiones a millones
Como cada 22 de diciembre, mañana los hogares españoles se despertarán con las voces de los niños del Colegio de San Ildefonso «cantando» los premios de la Lotería de Navidad, el sorteo más popular de España, y hoy todos tienen la ilusión de que salgan sus números
Tal como marca la tradición, familiares, amigos y compañeros de trabajo comparten décimos de lotería con la esperanza de que les toque algo de los más de 2.240 millones de euros (unos 2.700 millones de dólares) que se reparten este año en premios y así aliviar sus economías domésticas, después de años de crisis.
Los 22 niños que participan en el sorteo, muchos de ellos de origen latinoamericano, desean cantar El Gordo (primer premio) de este sorteo, agraciado con 400.000 euros el décimo (unos 480.000 dólares), como hizo el año pasado Joel Fernández, un niño de 11 años de origen peruano.
El sorteo de la Lotería de Navidad, que por tercer año consecutivo se celebrará en el Teatro Real de Madrid, se realiza a la manera tradicional. Un bombo gigante contiene las 100.000 bolas con los números en juego y otro más pequeño las 1.807 de los premios.
Parejas de niños se turnan para ir cantando los premios desde las 9.00 horas (8.00 GMT) hasta que salgan todos, en presencia de muchas personas que desean ser testigos del sorteo y que tienen la posibilidad de comprobar si su número está en el bombo.
Las probabilidades de que toque algún premio son escasas, un 5 por ciento, y se reduce al 0,001 por ciento si es El Gordo, dicen los matemáticos, pero la esperanza no se pierde y se continúa jugando, aunque menos que antes de la crisis.
Otra cuestión es elegir el número. Todos entran el bombo y tienen la misma posibilidad de salir premiado, pero en el imaginario popular hay números «bonitos», que la gente demanda con insistencia, y números «feos», que son rechazados.
La estadística dice que El Gordo ha terminado en 5 en 32 ocasiones, aunque nunca ha acabado en 25; y en el lado opuesto está el 1, que en más de dos siglos de sorteo de Navidad sólo ha concluido así ocho veces.
En cuanto a las supersticiones, muchos buscan números de lotería que coincidan con las fechas de los acontecimientos más destacados de 2014 en España, como la proclamación del rey Felipe VI o la del fallecimiento de la duquesa de Alba.
La Lotería de Navidad se puso a la venta el pasado 15 de julio, con el fin de que los turistas que visitan España durante el verano y los nacionales que salían de vacaciones pudieran comprar en las playas y lugares turísticos.
Para fomentar esa venta, el organismo público Loterías y Apuestas del Estado puso en marcha la campaña «¿Y si cae aquí?», que fomentaba uno de los deseos más repetidos en las vísperas del sorteo, que «esté muy repartido».
Tal como marca la tradición, familiares, amigos y compañeros de trabajo comparten décimos de lotería con la esperanza de que les toque algo de los más de 2.240 millones de euros (unos 2.700 millones de dólares) que se reparten este año en premios y así aliviar sus economías domésticas, después de años de crisis.
Los 22 niños que participan en el sorteo, muchos de ellos de origen latinoamericano, desean cantar El Gordo (primer premio) de este sorteo, agraciado con 400.000 euros el décimo (unos 480.000 dólares), como hizo el año pasado Joel Fernández, un niño de 11 años de origen peruano.
El sorteo de la Lotería de Navidad, que por tercer año consecutivo se celebrará en el Teatro Real de Madrid, se realiza a la manera tradicional. Un bombo gigante contiene las 100.000 bolas con los números en juego y otro más pequeño las 1.807 de los premios.
Parejas de niños se turnan para ir cantando los premios desde las 9.00 horas (8.00 GMT) hasta que salgan todos, en presencia de muchas personas que desean ser testigos del sorteo y que tienen la posibilidad de comprobar si su número está en el bombo.
Las probabilidades de que toque algún premio son escasas, un 5 por ciento, y se reduce al 0,001 por ciento si es El Gordo, dicen los matemáticos, pero la esperanza no se pierde y se continúa jugando, aunque menos que antes de la crisis.
Otra cuestión es elegir el número. Todos entran el bombo y tienen la misma posibilidad de salir premiado, pero en el imaginario popular hay números «bonitos», que la gente demanda con insistencia, y números «feos», que son rechazados.
La estadística dice que El Gordo ha terminado en 5 en 32 ocasiones, aunque nunca ha acabado en 25; y en el lado opuesto está el 1, que en más de dos siglos de sorteo de Navidad sólo ha concluido así ocho veces.
En cuanto a las supersticiones, muchos buscan números de lotería que coincidan con las fechas de los acontecimientos más destacados de 2014 en España, como la proclamación del rey Felipe VI o la del fallecimiento de la duquesa de Alba.
La Lotería de Navidad se puso a la venta el pasado 15 de julio, con el fin de que los turistas que visitan España durante el verano y los nacionales que salían de vacaciones pudieran comprar en las playas y lugares turísticos.
Para fomentar esa venta, el organismo público Loterías y Apuestas del Estado puso en marcha la campaña «¿Y si cae aquí?», que fomentaba uno de los deseos más repetidos en las vísperas del sorteo, que «esté muy repartido».