Eliminación de Licencias OFAC sería un duro golpe a la producción petrolera venezolana
El reciente foro de AnalíticaTV titulado «Consecuencia de la eliminación de las Licencias OFAC» reunió a expertos del sector petrolero para analizar el impacto que tendría la posible revocación de las licencias otorgadas a empresas extranjeras en Venezuela. La discusión, moderada por Emilio Figueredo, contó con la participación de Juan Fernández, Humberto Calderón Berti y Juan Szabo, quienes coincidieron en que la producción petrolera venezolana podría verse drásticamente afectada en los próximos meses.
Producción petrolera en riesgo
Actualmente, Venezuela produce cerca de 860.000 barriles de petróleo diarios, de los cuales más de 600.000 provienen de crudos extrapesados que requieren diluyentes importados para su procesamiento y exportación. Empresas como Chevron, Repsol y Reliance han operado bajo licencias especiales de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), lo que les ha permitido comercializar crudo venezolano en mercados internacionales. Sin embargo, la nueva administración estadounidense encabezada por Donald Trump ha dejado entrever la posibilidad de endurecer las sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro, lo que podría incluir la suspensión de estas licencias.
«La mayoría de las señales que hemos recibido y los comentarios recogidos de los representantes de la nueva administración indican que las licencias posiblemente serán canceladas, o en en el mejor caso, modificadas», dijo Szabo.
Los expertos señalaron que, de concretarse la eliminación de las licencias, la producción petrolera podría disminuir entre un 4% y 6% en el corto plazo, pero el impacto real vendría de la pérdida de acceso a mercados de alto valor, como Estados Unidos y Europa. Esto obligaría a Venezuela a recurrir a intermediarios en Asia, lo que resultaría en descuentos significativos y, en consecuencia, una reducción de hasta el 60% en los ingresos petroleros en un período de 16 meses.
Impacto económico y social
La caída en los ingresos petroleros traería consigo efectos colaterales devastadores para la economía venezolana. Menos divisas significarían mayores restricciones para importar bienes esenciales, lo que aumentaría la volatilidad cambiaria y dispararía la inflación. Según los panelistas, este escenario complicaría aún más la ya precaria capacidad del régimen para financiar el gasto público y mantener cierto nivel de estabilidad económica.
Además, la cancelación de licencias impactaría negativamente en la ya deteriorada infraestructura petrolera del país. Sin inversión extranjera y sin acceso a los diluyentes necesarios para procesar el crudo extrapesado, la producción sufriría un declive aún más pronunciado, afectando tanto a la industria como a miles de trabajadores del sector.
Perspectivas políticas y geopolíticas
El foro también abordó la dimensión política de esta posible medida. Juan Fernández argumentó que la eliminación de las licencias debe verse como parte de un esfuerzo mayor para propiciar un cambio político en Venezuela. Recordó que el régimen de Maduro no ha cumplido con las condiciones establecidas en las negociaciones previas con EE.UU., especialmente en lo referente a la realización de elecciones libres y transparentes.
En el ámbito geopolítico, los expertos coincidieron en que la administración Trump podría utilizar la política energética como un instrumento para presionar a Maduro, alineando su estrategia con la de aliados como Trinidad y Tobago, que busca explotar reservas compartidas con Venezuela mediante acuerdos con Shell y BP.
El futuro del sector energético venezolano
Humberto Calderón Berti enfatizó que la recuperación de la industria petrolera venezolana dependerá de dos factores fundamentales: seguridad jurídica e inversión extranjera. Sin reglas claras y atractivas para el capital internacional, difícilmente Venezuela podrá reactivar su capacidad productiva y aprovechar su enorme potencial en hidrocarburos.
En este sentido, la posibilidad de que Venezuela se convierta en un socio estratégico en la política energética de EE.UU. dependerá de un cambio de rumbo en su modelo de gestión. Mientras tanto, la incertidumbre sobre el futuro de las licencias OFAC mantiene en vilo al país, con un escenario que podría derivar en una crisis económica aún más profunda si las sanciones se endurecen.
El foro concluyó con la advertencia de que, sin un giro en la conducción del país, Venezuela podría perder su papel en el mercado energético global y seguir sumida en el colapso económico. La decisión del gobierno de EE.UU. en los próximos meses será determinante para el futuro de nuestra nación.
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