El valor de lo justo
Si lo justo se adapta a lo que conviene al más fuerte. No es justo. Trasímaco (450 a.C)
Lo injusto es inaceptable por violar principios de derecho natural y fundamental de la humanidad. No existe una definición exacta de lo justo y se ha adminiculado al concepto de justicia, pero, sabemos que no toda justicia, es justa. Lo justo y lo injusto, se distingue por sus consecuencias de aplauso o repudio. En la antigua Roma, justicia, era “dar a cada uno lo suyo”, aún cuando “lo suyo” pudiera ser injusto y de la pregunta ¿qué es lo suyo? De tal manera, si lo justo no es absolutamente la justicia, no habrá justa justicia sin ecuanimidad que debe estar en el equilibrio de los fines del derecho justo como son el bien común, la seguridad y la justicia en forma concomitantes y en este sentido, bien común sin seguridad y sin justicia, es injusto. El bien común como el aire es todos y es de nadie en particular, pero no puede ser anárquico. La seguridad sin juaticia, no es justa, porque lo justo de la justicia es la paz.
Lo justo fundamentalmente es de sana conciencia, es una virtud. Decía el siempre recordando profesor Edgar Sanabria, en las clases de Derecho Romano (UCV) y en su habitual coloquio que si la lógica no es concordante con la ley, es indudable que existe una “laguna” en la norma jurídica Lo justo se conoce por lo inaceptable de lo injusto.
La causa de los causas, en el orden social, jurídico y político debe tener como base de la pirámide, el respeto, que es el mejor sendero de convivencia en paz, comenzando con respetarse uno mismo en lo mas individual y privado de nuestras vidas y los gobiernos, respetando a los ciudadanos, porque el ejercicio del poder sin respeto, es tiranía.
Los gobiernos deben estar enmarcados en los altos principios de la ética y moral del humanismo, de la conciliación y en lo justo, por ser el ideal social de la sociedad, sin ser esclavos del socialismo marxista y tiránico ni de la democracia capitalista y salvaje, para la convivencia en una sociedad justa.. El buen gobierno no deberá utilizar el poder, violando el libre desenvolvimiento de la personalidad, la igualdad, la libertad, el derecho de defensa, el debido proceso y al derecho justo, sin manipulaciones políticas a su conveniencia, como decía el sofista Trasímaco (450 a.C) en el diálogo con Platón en “La República”, “lo justo no debe ser en insana aplicación para abusar del poder”. Los gobiernos deberán tener presente a Pericles (499 a.C), gobernante justo, en su célebre dicho: “Muero feliz porque nadie ha llevado luto por mi culpa”. Los gobiernos deben ejercer la “auctoritas” como verdadero “pater familiae”, dando buenos ejemplos en el valor de justo.