Bachelet visita a joven enferma que le pidió autorización para morir
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, visitó hoy en un hospital de Santiago a Valentina Maureira, la joven de 14 años que padece fibrosis quística y que pidió en un vídeo a la mandataria autorización para morir y poner fin a su sufrimiento.
El caso de esta joven, ingresada en el Hospital Clínico de la Universidad Católica de Santiago, reabrió en Chile el debate sobre la eutanasia, aunque el jueves pasado el Gobierno rechazó la solicitud de la enferma porque la normativa vigente no lo permite, según explicó el portavoz, Álvaro Elizalde.
Bachelet estuvo este sábado más de una hora con Valentina Maureira en el hospital, donde también estaban los padres de la joven y la ministra de Salud, Carmen Castillo.
Maureira colgó el domingo pasado un vídeo en su cuenta de Facebook en el que señalaba estar «cansada de vivir con esta enfermedad» y le pedía a Bachelet autorización para quedarse «dormida para siempre».
El mensaje de Valentina causó un gran impacto en el país, que no dispone de una regulación sobre la eutanasia médica, y reabrió el debate sobre la posibilidad de que los enfermos terminales puedan decidir sobre su situación.
El Gobierno chileno se ha mostrado dispuesto a prestar apoyo a la joven y su familia, aunque ha recalcado que no puede autorizar la eutanasia médica porque no existe en la legislación actual
Aparte de informar lo superficial, que Bachelet estuvo de visita en el hospital donde está Valentina, nada dicen respecto de lo que hablaron, se supone que no se limitaron a mirarse y dejarse ver. Ese es el meollo de la Información que requerimos los lectores. Lo que ofrece este enfoque, es de revista de modas. Ella no está pidiendo una Beca, ni que le regalen una bicicleta, es algo muy importante y trascendental, no sólo para esa chica víctima de ese terrible e incurable mal, sino para miles que están en condiciones similares. Que los visiten es lo de menos para todos ellos. Buscan Soluciones, no las redundantes harto conocidas, provenientes de las catacumbas de las religiones y el conservadurismo, donde promueven el masoquismo, el sufrimiento extremo, para ganar lo que no existe: el cielo que inventaron hace cientos de miles de años para consuelo de quienes le temen a la cruda realidad.