Hoy más que nunca urge un Pacto de Punto Fijo II, según entendidos
Un liderazgo destruido, desconfianza en los partidos políticos, instituciones demolidas y fugas de talentos son algunos hechos que evidencian que a Venezuela le apremia la conformación de un nuevo Pacto de Punto Fijo, a esta conclusión llegaron Alan Brewer Carías, Luis María Ugalde, José Benjamín Rodríguez Iturbe y Humberto García Larralde, quienes conformaron el panel de especialistas en el conversatorio “Pacto de Punto Fijo II, iniciativa moderada por Emilio Figueredo para Analítica TV.
La primera intervención se apoyó en manifestar las bondades del Pacto de Punto Fijo en 1958 y fue pronunciada por Alan Brewer Carías: “ El Pacto de Punto Fijo fue un acuerdo para lograr la participación de todos los sectores interesados en la formación del nuevo gobierno democrático, lo cual se hizo realidad, no sólo en la estructuración del primer gobierno de Rómulo Betancourt en 1959, con participación ministerial de los tres principales partidos democrático, sino por el establecimiento del principio de la representación proporcional de las minorías, para lograr la ´equitatividad´ en la representación de los cuerpos deliberantes, de manera que todos los sectores de la sociedad interesados en la estabilidad republicana estuviesen representados en ellos, sin que quedasen algunos de aquéllos fuera del juego político”, dijo
El jurista mostró a la audiencia los atributos de este acuerdo, el cual entre sus alcances principales resaltan la sostenibilidad de la recién instaurada democracia, mediante la participación equitativa de todos los partidos en el gabinete ejecutivo del partido triunfador, excluyendo al Partido Comunista de Venezuela y a los sectores afines a la derrocada dictadura de Marcos Pérez.
Aseguró que Punto Fijo tuvo como producto fundamental el texto de la Constitución de 1961, y es el resultado de la primera tarea que se impusieron los Senadores y Diputados electos en diciembre de 1958.
Comentó que los principios generales que motivaron el pacto entre los partidos políticos, estuvo el de garantizar entre todos que no se rompiera el frente unitario y que la tregua política que se había establecido con motivo de la revolución democrática de 1958, fuera prolongada, es decir, alargar la tregua política, no romper el frente unitario, despersonalizar el debate y erradicar la violencia partidista.
Para José Benjamín Rodríguez Iturbe la necesidad de conformar un nuevo pacto es evidente, “la historia no se repite, las circunstancias son distintas y también la urgencia de que haya protagonistas capaces de lograr un pacto como fue Punto Fijo en el 58”, indicó.
Lamentó la falta de liderazgo en la actualidad y, por consiguiente, la poco posibilidad de que se conforme un movimiento capaz de articular a la sociedad civil para que se desarrolle un verdadero cambio en Venezuela.
“Hoy nos encontramos a un país destrozado, una nación anti-patria y eso dificulta un Punto Fijo II, ojalá se logré conformarlo porque hoy más que nunca urge para reconstruir las instituciones, las empresas básicas, frenar la fuga de talentos, en fin nos encontramos en un panorama muy distintos”
Expresó el también profesor de Historia de las Ideas en la Facultad de Derecho y de Antropología Filosófica de la Universidad de La Sabana, Chía, Colombia.
Para finalizar aseveró que “reconstruir al país requiere un pacto más urgente y necesario, pero, para lograr acuerdos los líderes deben ganarse la confianza, articular con la sociedad civil y superar sus diferencias».
Por su parte, Humberto García Larralde habló sobre las medidas económicas que asumieron una vez firmado el Pacto de Punto Fijo en 1960: “En aquella época se estableció un control de cambio, una reforma fiscal, una reducción del déficit fiscal y una reducción del empleo, entre otras medidas. Vale la pena mencionar que estos ajustes fueron oportunos y con el tiempo, una vez levantado el control de cambio, los precios lograron estabilizarse y el crecimiento económico se impulsó con una base solidad”, dijo.
El economista aclaró que todas esas medidas se sustentaban en un modelo económico previamente planificado y sostenidas en una política petrolera en expansión. “El Pacto de Punto Fijo estaba consustanciado con un modelo económico muy particular, es decir, el área económica fue un elemento prioritario para el éxito de este pacto”, apuntó.
“Lamentablemente este programa tuvo sus días contados a consecuencia de la realidad petrolera y la lealtad política a la hora de tomar nuevos rumbos en materia económica (…) ¿ahora bien que privaría en un nuevo Pacto de Punto Fijo? Obviamente ponernos de acuerdo para impulsar un programa económico que deje de lado el rentismo y visualizarnos como una Venezuela competitiva, donde se garanticen las libertades en el más amplio sentido de la palabra, es decir, abrirnos a la inversión internacional, rescate de la fuga de talento y abrirnos a las distintas oportunidades de negocios”
Concluyó.
La última presentación la ofreció SJ. Luis Ugalde, quien comenzó diciendo: “La clave del éxito de este Pacto, que es más necesario que nunca y que no la tenemos, es que los tres partidos políticos se comprometieron a reconocer y apoyar al que ganó las elecciones y a formar parte de su gobierno. En ese hecho existió un espíritu de solidaridad para que la democracia no cayera, es decir, el acompañamiento de los partidos políticos fue esencial para que el pacto concluyera su objetivo”.
“Un pacto de esta naturales está negado – continuó – los opositores venezolanos cada quien anda por su lado y cada uno trata de crecer echando piedra al vecino (…) a mi juicio, para salir de este régimen, quien tenga la posibilidad de ganar, todos debemos unimos al él.
“Tenemos que trabajar en unidad y en pro de la sociedad civil. En este momento tenemos la responsabilidad de redescubrinos unos a otros porque de lo contrario no habrá vida para el país. Tomemos el ejemplo de Punto Fijo, en aquellos tiempos sin populismo, con medidas muy difíciles se logró retomar la democracia», enfatizó el ex rector de la UCAB.
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