Entre dos y tres días en cola pasan los tachirenses para echar gasolina
Las experiencias que diariamente se escuchan en las calles de San Cristóbal para abastecer de combustible son aterradoras, pues la mayoría de personas deben hasta dormir, comer y hacer sus necesidades en las colas para esperar que llegue la gandola, cuya cantidad ha disminuido considerablemente.
Ningún organismo oficial da cuenta de lo que sucede en el Táchira con el combustible. Desde el 1º de mayo se decidió que se surtiría por número de placa, pero la medida no ha sido efectiva, pues en lo que va de mes el problema se ha incrementado y las personas pasan hasta tres días haciendo cola cerca de las estaciones de servicio.
“Supuestamente al Táchira deberían llegar 60 gandolas diarias y solo están arribando cinco”, contó una usuaria, quien aseguró que la información se la había dado el dueño de una estación de servicio.
Desde hace tiempo, las estaciones de servicio mantienen la presencia de efectivos de la Policía del Táchira, de la Guardia Nacional y la PNB. Sin embargo, ante las presuntas denuncias sobre los negocios de los funcionarios para colear a sus amigos y vender en pesos colombianos el combusible, este martes las bombas fueron tomadas por milicianos y efectivos del Ejército, por órdenes que habría dado un alto oficial de ese componente militar.
De esa manera, durante las últimas 24 horas ha habido rumores sobre la intervención de varias estaciones de servicio por los presuntos negocios de quienes son responsables de la seguridad y el orden y de la venta de gasolina en las bombas.
En las colas diariamente se generan problemas,por lo que han sido detenidos uniformados y trabajadores de las estaciones de servicio por favorecer a conocidos. La población se ha organizado en las bombas y no permite que algunos vehículos sean privilegiados. Los usuarios cuentan que hay personas que venden los puestos en las colas en cinco y diez mil pesos y las pimpinas con gasolina hasta en 40 mil pesos colombianos.
El transporte público también sufre para trabajar normalmente, pues en el caso de los taxistas solo tienen dos estaciones de servicio asignadas y no son suficientes para atender la flota de vehículos pertenecientes a las diferentes líneas. Los trabajadores del volante han tenido que protestar para que les vendan el combustible, inclusive en menos de cinco días han trancado importantes avenidas de la ciudad de San Cristóbal para exigir la venta del hidrocarburo.
Los tachirenses desconocen las razones por las cuales la situación es cada vez más difícil, la única información que reciben es la que llega a través de las redes sociales o de grupos de WhatsApp, que en muchas oportunidades no pueden ser confirmadas.