Vivir honradamente, no hacer daño al otro, dar a cada uno lo suyo
Ulpiano fue un jurista romano, nacido en Tiro, en lo que hoy es el Líbano, reconocido mundialmente por su concepto de la justicia y por principios jurídicos que siguen teniendo vigencia en la actualidad. En el Digesto se citan sus preceptos jurídicos así:
Iuris praecepta sunt haec: honeste vivere, alterum non laedere, suum cuique tribuere. Los principios del derecho son estos: vivir honradamente, no hacer daño a otro, dar a cada uno lo suyo (.Ulpiano: Digesto 1, 1, 10,)
Veamos cómo se pueden cumplir esos preceptos:
- Vivir honradamente: Es vivir de acuerdo con la moral, la virtud, la probidad. Quien así vive respeta su familia, desempeña honestamente su trabajo, no engaña, no hace falsas promesas.
- No hacer daño a los demás. Es no valerse de la violencia en contra de los seres humanos. Es no causar daño voluntariamente; es no actuar nocivamente para imponer sus ideas o su manera de ser.
- Dar a cada uno lo suyo. Es ser equitativo a la hora de favorecer y/o distribuir; dar más a quien más merezca y dar a quien esté en necesidad.
En la historia de los seres humanos, se observa que hay muchos que no cumplen cabalmente con los referidos preceptos, pero hay otros que sí, y les corresponde a ellos ser ejemplos, modelos, para contribuir a que en la tierra impere la justicia y la equidad.
En Venezuela, por desgracia, hay en el gobierno que nos impera, entre sus funcionarios y entre personas del sector privado, personas que se benefician de sus contactos con el poder, abundan quienes no viven honradamente, y solo les interesa ser ricos y poderosos. Altos funcionarios de todos los poderes que no viven de acuerdo con la moral, que no son virtuosos e ignoran lo que es probidad, usan la mentira para sobrevivir y hacen promesas que no cumplen.
Funcionarios hay que hacen daño permanente a los demás, encarcelan a inocentes, cometen crímenes de lesa humanidad; con su corrupción acaban con los servicios más elementales, para que puedan tener el nivel de vida adecuado.
Eso de dar a cada uno lo suyo es algo que el gobierno no hace. Distribuye a su antojo para favorecer únicamente a los suyos y a quienes lo apoyan y adulan. Las pensiones que otorgan no alcanzan ni siquiera, para comprar el alimento de un día, no le dan a cada uno lo que le corresponde, mientras les dan en exceso a los suyos.
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