Viernes Santo 2019
Hoy, Viernes Santo para los cristianos, fecha en la cual rememoramos la crucifixión de Jesucristo, cabe preguntarse cómo podemos tratar de vivir una vida con sentido. Esta pregunta es válida, asimismo, para quienes profesan otras religiones, e incluso para aquellos que son agnósticos, ateos o que caen dentro de cualquier otra clasificación que exista.
Recordamos el asesinato de un hombre inocente, cuyo único “delito” fue el de evidenciar las injusticias del sistema imperante en su época, diciendo la verdad y dedicando su tiempo y su energía a transmitir a otros en parábolas y mensajes llenos de sabiduría cómo vivir una vida con sentido.
Para los cristianos, el hijo de Dios encarnado y sacrificado como un cordero inocente para lavar los pecados del mundo…Todo lo hizo para cumplir la voluntad de su Padre y para permitirnos acercarnos a Él; para quienes lo consideran simplemente un hombre, un maestro, un mártir, un ser dotado de una inmensa sabiduría…Definitivamente, un ser superior…
Independientemente de nuestras convicciones, nuestros corazones deben vibrar y conmoverse, entre muchas otras razones, ante la terrible injusticia sufrida, ante el dolor inconmensurable, ante el abuso de poder, ante el vil asesinato, ante la tortura inaudita, ante la falta de respeto, y ante el uso de la mentira y de la manipulación para lograr eliminar a un líder que podía resultar peligroso para quienes representaban a la autoridad.
El sol no se oculta con un dedo…La verdad siempre sale a relucir…La muerte para los cristianos era necesaria para la resurrección…Él sabía cuál era su misión y vino a este mundo dispuesto a cumplirla…y todo valió la pena. Más de dos milenios después, nuestro corazón llora pero también sonríe recordando el mensaje de amor y de paz que Jesucristo nos dejó.
Reflexionemos y determinemos cuáles son los pasos que debemos seguir para transformar nuestras vidas. Aprendamos de quien todo lo dio por amor al prójimo y decidamos seguir su maravilloso ejemplo de amor y de paz. Vivamos una vida con sentido. Sembremos buena semilla para que se produzcan buenos frutos y miremos hacia arriba disfrutando cada día de los detalles pequeños con un corazón agradecido.
