Venias vs. Contrapartidas
Aunque no existe normativa internacional alguna que regule acuerdos sobre la suspensión de sanciones impuestas a personeros del régimen venezolano, así como de las restricciones a nuestra industria petrolera, impuestas desde 2017 a causa de la embestida contra las protestas durante 2014 y subsiguientes, en contravención a la CRBV, funcionarios del régimen han solicitado al gobierno de EEUU la suspensión de sanciones y bloqueos contra Venezuela, Cuba, Irán y otros países, en plena emergencia mundial debido a la pandemia de la COVID-19, cerco económico que acentúa la crisis que ya se experimentaba desde la prepandemia, lo que ha impedido surtir, adecuadamente, de alimentos y medicinas a estos países, sería muy propicio y oportuno la exigencia de un acuerdo de contrapartidas en las disposiciones constitucionales e internacionales que dichas naciones contravienen infraganti, pues sin estas resultaría paradójico y hasta una aberración la suspensión de las sanciones impuestas y quizá una blandura ante los desmanes de sus dirigentes, ahora en desgaste por sus actitudes grotescas e inhumanas, tal y como son los casos de Cuba, Nicaragua y Venezuela en medio de rechazos y señalamientos mundiales, además de Rusia por el conflicto bélico con Ucrania.
En efecto, el régimen venezolano se halla atrapado, por desaprensión, en su narcoautoritarismo político, por lo cual apela a la compra de conciencias, baladronadas y victimización a objeto aobrevivir en el poder junto con su caterva rusochinocastrocomunista y en contubernio, además, con las FARC, Irán y Turquía, por lo que hoy asistimos a una hibridación de militarismo autoritario con una viabilidad económica, la cual nos indujo a una dolarización “de facto”en nuestra economía que, simultáneamente, hizo reaparecer los productos en tiendas, abastos y supermercados, lo cual neutralizó las tensiones sociales. Pero, generando una nueva fuente de desigualdades. Ínterin, la COVID-19 podría constituirse en una esclerosis de los mecanismos y/o estrategias de control social, mediante las cuarentenas, tal y como ya ha experimentado con éxito relativo por sus efectos del tipo “toque de queda”, que implica desmovilización casi total de la ciudadanía incauta y encandilada por la trama de sofismas.