OpiniónOpinión Nacional

Venezuela y los Príncipes de la nada

Tal como se vienen dando las cosas en las preferencias políticas de los venezolanos, debemos concluir que tenemos una Reina de las encuestas de opinión, que irrumpe con mucha fuerza y determinación para liderar un cambio político en el país y para ello fundamentalmente propone la construcción de una unidad valida, sólida y profunda como el más racional camino para enfrentar las vicisitudes por las que atravesamos. Ella, en un gesto de sabiduría política y desprendimiento personal, ha decidido apoyar con toda la fuerza de su liderazgo a un venezolano cuya trayectoria personal y profesional lo ha proyectado positivamente en los planos nacional e internacional, y, lo que es más importante, nunca ha sido objeto de cuestionamiento alguno ni de dudas de su competencia profesional. Su discurso ha demostrado fehacientemente su disposición al diálogo fecundo y a la construcción de un gran movimiento de entendimiento nacional para enfrentar con posibilidades de éxito la enorme tarea de recuperar y reconstruir a Venezuela y a sus instituciones.   

Desafortunadamente, en el panorama preelectoral del país, aparece también una desabrida cohorte de ambiciosos segundones, a los cuales, el sentir popular no les atribuye ninguna capacidad para satisfacer las necesidades y aspiraciones del común de los compatriotas. No obstante, la irresponsabilidad, vileza, terquedad, envidia, el temor de desaparecer de forma definitiva de la política nacional y una inexplicable y absurda autovaloración de unas supuestas cualidades personales y posibilidades de acción fecunda. Esos mercaderes del poder a quienes no los abandona la reminiscente nostalgia de lo que un lejano día pudieron y no quisieron ser; tal circunstancia, les hace aislarse de la realidad y enroscarse en un solitario y egoísta ego que no les permite tener algo de hidalguía y reconocer que el país elocuentemente ha expresado que quiere otra cosa. Por tanto, no parece que, con el referido grupo, sea posible llegar a un entendimiento sobre la base del reconocimiento y aceptación que la creciente mayoría del país ha admitido que un nuevo liderazgo ha emergido y que concita las esperanzas de todos los que hemos visto y padecido, a lo largo de varios lustros, el fracaso estratégico y los trepidantes errores en que han incurrido los pseudolideres y las organizaciones políticas que los respaldan. 

Todo esto se configura en un país devastado, endeudado, empobrecido, desarrapado, virtualmente abandonado por sus ciudadanos más jóvenes, con seria crisis de los servicios públicos y gobernado por un régimen de mediocres, ineficientes y corruptos funcionarios que han realizado la mayor destrucción material y humana que conoce nuestra historia reciente; esos, que a diario conducen a Venezuela por un derrotero de desastres que generan rechazo y condolencia en el concierto de naciones. Todo ello, sustentado en una perversa, envilecedora y deshumanizada represión contra todo y todos los que los adversan. 

Venezuela, es doloroso reconocerlo, es un país, que demanda un profundo cambio antes de perecer por inanición y falta de futuro. Tenemos que actuar. Basta ya de permitir que nos apliquen la monserga que debemos mantenernos a la espera que, milagrosamente, un día todo se arreglará.

Los fracasados de la clase polí􀀁ca deben hacerse a un lado y pensar más en la terrible realidad que padece el país y agenciar sus esfuerzos para acompañar honesta y verazmente la esperanza que tenemos de ser gobernados de una manera renovada y diferente, que borre un horrible pasado y ofrezca un luminoso porvenir, como lo han venido anunciando, de forma elocuente, Edmundo González Urrutia y María Corina Machado. Ellos, usando la visión rousseauniana, merecen ser los titulares de la soberanía y los protagonistas e intérpretes de la voluntad general de emancipación que, hoy por hoy, exulta en la mayoría de los venezolanos.

Los comentarios, textos, investigaciones, reportajes, escritos y demás productos de los columnistas y colaboradores de analitica.com, no comprometen ni vinculan bajo ninguna responsabilidad a la sociedad comercial controlante del medio de comunicación, ni a su editor, toda vez que en el libre desarrollo de su profesión, pueden tener opiniones que no necesariamente están acorde a la política y posición del portal
Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba