Venezuela en subasta ¿Quién da más?
En vista de la emergencia económica decretada y refrendada por el siempre leal TSJ, producto de la Guerra Económica que el Imperio y sus acólitos han cruelmente acometido contra la inmune, impune, infalible e impoluta Revolución Bolivariana y sus denostados cabecillas, es necesario establecer el motor de todos los motores socialistas: La Subasta Bolivariana.
Esta acción nunca deseada por nosotros está también justificada en la ausencia total de apoyo de los países del ALBA; PETROCARIBE y UNASUR que gozaron de todos nuestros recursos cuando los teníamos y que ahora también están pelando gajo; nada que decir de la ingrata Cuba que ya transó, a nuestras espaldas, con el Imperio; el propio diablo negro la visitará sin que nadie lo exorcice, a lo mejor nuestro diablo adeco de la Asamblea estará con ellos, con los Castro, mientras nosotros pasamos nuestro guayabo, el más genuino despecho revolucionario por el engaño y la falsaria de nuestros camaradas de la Isla de la Felicidad.
En virtud de nuestro frustrado y atropellado socialismo que todavía no construimos y que los apátridas de la Asamblea dicen que va palo abajo, nos vemos en la imperiosa necesidad de rematar nuestros ingentes recursos mineros metálicos y no metálicos, muchos de ellos no certificados ni evaluados pero que ya calculamos con el método revolucionario de los dígitos oscilantes, es decir, moviendo las manos bolivarianas para sentenciar: más o menos. En consecuencia, se somete a remate público lo que queda de petróleo y hierro, el gas, el oro, el carbón, el uranio, el coltan, las escasas perlas, las esmeraldas, los topacios, la plata, el fosfato, el zinc, el manganeso, el cobre, la bauxita. Igualmente se procederá a rematar nuestros minerales no metálicos: calcio, magnesio, manganeso, diamante, caolín, arenas, fosfato, sal, yeso y talco.
A estas subastas solidarias, especie de telemaratón de beneficencia socialista, están invitados nuestros nuevos mejores amigos de verdad verdaíta: los rusos, los chinos, los vietnamitas, los bielorrusos, los panas de Qatar y Dubai, cuyo gentilicio estamos averiguando, los saudíes, los hindúes, los iraníes, los japoneses, los canadienses de habla inglesa, nuestros hermanos sirios y palestinos, y algunos otros que nuestra eficiente Cancillera nos indique en su momento con el papelito de costumbre. No invitaremos a los brasileros, los ecuatorianos, los argentinos, los uruguayos, los bolivianos, los nicaragüenses, no porque no queramos, ya les hemos cedido demasiado y además no tienen con qué. No están ni estarán invitados nunca jamás: El Imperio, nuestros nuevos mejores enemigos colombianos, los españoles y canarios, menos si son gallegos y del PP, los hebreos, los franceses, los alemanes, ninguno del espacio Schengen pues, salvo los griegos. Ya indicaremos – vía twiter del PESÚ, las modalidades, y el nuevo número de cuenta internacional para el acostumbrado depósito a nuestros patriotas cooperantes, ya que los de USA, China y Andorra están fuera de servicio.
¡SUBASTAREMOS Y VENCEREMOS! ¡CHÁVEZ VIVE, NOSOTROS VENDEMOS!