Valientes y cobardes
El autogolpe de la hegemonía para tratar de validar el fraude colosal perpetrado en contra de la soberanía popular, está poniendo de relieve la valentía de los que defienden esa soberanía nacional, y la cobardía de los que pretenden aplastarla por las malas y las peores.
María Corina y Edmundo al frente de millones de venezolanos que luchan con las armas de la verdad y la justicia. Los mandoneros del poder que defraudan la voluntad del pueblo, que aniquilan la Constitución y que se valen de la violencia para reprimir, intimidar, y mantener por la fuerza su crasa ilegitimidad.
Los hay, también, quienes con su silencio atronador o con su calculado guabineo, procuran pasar agachados a ver qué pasa en definitiva. No sólo son unos cobardes, son los más cobardes.
La paz es un efecto de la verdad y la justicia. No de la mentira y la imposición. La abrumadora mayoría de la población se pronunció y se pronuncia por el cambio. Ello tiene que ser acatado. Impedirlo alejará, aún más, la paz que se anhela.
Una nación se reconstruye con valentía y se destruye por cobardía. Nuestra patria no es una de cobardes. Es una de valientes.