Una real transición hacia un nuevo país
Con el nombre de “Acuerdo Nacional de Transición” un grupo de venezolanos ha puesto en marcha un texto que pretender dar pautas para pasar del actual fenomenalmente implosivo y decadente régimen político que tiraniza y agobia a Venezuela a “un nuevo régimen de esperanza y espíritu y orden democrático” –según las propias palabras del Texto.
El Texto ha sido motorizado en particular por el liderazgo principal (la troika María Corina Machado-Antonio Ledezma-Leopoldo López) de “La Salida” –nombre del movimiento político que ha planteado que hay que salir del actual destructivo régimen lo mas pronto posible a fin de salvar al país! –lo que se traduce en un “pronto cambio del Gobierno Central, ¡a fin de poder salvar a tiempo al País de una terrible emergencia humanitaria!”…¡En lo cual no les falta ni razón, ni amparo en la actual Constitución Nacional! -obra ésta por lo demás del propio chavismo…Y en una postura que los diferenciaría de la de otros de la oposición -centrados mas bien en un cambio vía elección de una nueva Asamblea Nacional (A.N.) y otras relacionadas acciones igualmente constitucionales -pero de carácter un poco mas complejo –en virtud de la actual escena nacional- así como mas mediano-plazistas. Las dos posturas a la larga no tendrían que ser incompatibles, ni suscitar dialéctica desbordada entre si -pero a la vista ha estado que que si lo han hecho (incluso hasta hoy -como lo muestra que el comentado texto ni siquiera hace mención a la pertinencia de una nueva A.N.) –y el actual liderazgo de la Mesa de la Unidad Democrática –encabezado hoy por Chúo Torrealba- se ha afanado por paliarlo ó hacerlo manejable.
Sea como sea, al documento mencionado se han sumado las firmas de algunos “próceres” de la lucha contra la Dictadura de Marcos Pérez Jímenez como Tejera Páris, Aristiguieta Gramco y Pompeyo Márquez así como las firmas -in crescendo hasta ahora- de mas de ciento treinta mil venezolanos -incluso en una especie de valerosa gran desobediencia civil-por cuanto el Gobierno ha tildado como de “golpista” a todo el que lo haya firmado ! Un logro, pues, muy significativo.
La idea de un amplio manifiesto público para la transición, a fin de “asegurar la estabilidad política de un proceso que experimentará riesgos, turbulencias y acechanzas de diverso orden”, luce como sensata, atinada y responsable -además de valiente. Y mucho de lo que dice el texto podría ser suscrito por cualquier venezolano.
Pero, algunas serias carencias sustantivas del Texto como tal, ensombrecen su capacidad de servir de plataforma para la real transición ¡hacia el real cambio que necesita el país! …Y, aún más, para darle el carácter “compromisorio” universal al que parecen reiteradamente aspirar los redactores.
Por ejemplo, llama mucho la atención la ausencia del vital y clave tema de una nueva moral y valores en el país -a fin de enfrentar al diezmador, calamitoso y escandaloso morbo de la corrupción y amoralidad que se ha enseñoreado en nuestra patria (un tema por cierto enfatizado por la Iglesia y todas las demás confesiones espirituales que hacen vida en el país). ¡Inmoralidad y corrupción que comprenden un desprecio por la vida que nos ha convertido uno de los países de mayor violencia cotidiana del mundo (para no hablar de la violencia política)!….Con una mortandad equivalente a la de una gran permanente guerra -en la cual el mal ejemplo o desgobierno que hemos tenido ha sido factor preponderante!…..Por todo lo cual luce como otra conspicua carencia del Texto que tal apremiante asunto haya sido relegado a un ultimo puesto en “la agenda social”.
…..Y cuando alguna referencia se hace tema de los valores, como cuando se alude a “abrir un proceso de despolarización y reconciliación nacional”, ¡esto se menciona apenas como último ítem de la “agenda política institucional”!
Llama asimismo la atención la aparente impresión de un mero “mas de lo mismo” en “la agenda económica” del documento; al listar como sus dos primeros objetivos “elevar significativamente la producción de la industria petrolera” e “insertar nuevamente a Venezuela en los circuitos financieros internacionales”.
En cuanto al primero, aun si se admitiera que, por apremiantes necesidades de caja, un nuevo gobierno tendría que basarse coyunturalmente en el aumento de la producción de petróleo para salir del gran actual atolladero, mas de un siglo de experiencia con las ilusiones y miserias de la petrodependencia, a largo de los mas diversos gobiernos, así como los imperativos del planeta hoy, ¡deberían suficientemente habernos enseñado a los venezolanos la importancia de no seguir con el canto de sirena del petróleo!…¡Así como la importancia de asumir, de una vez por todas, la seria transición hacia una Venezuela Post-Petrolera como la que soñaron grandes como Pérez Alfonzo (nada menos y nada mas que el creador de la OPEP) y Uslar Pietri (el del -mil veces desoído- llamado a “sembrar el petróleo”!)… ¡A fin de liberarnos de la económica, social, política, ambiental e incluso moralmente inaceptable –en función de la vida en el planeta- petroadicción!… ¡y -peor aun- de mas nuevos “caballos de Troya” o de “quítate tu para ponerme yo” pretensiones! (y sobre lo cual NO hay que llamarse a engaños: para unos cuantos -tirios y trojanos, Venezuela sigue siendo vista mas como un gran botín de recursos naturales para ponerle mano, que un país de seres vivos y ambiente merecedores de respeto y dignidad !) ..Y a fin de lograr un nuevo paradigma de nuevas energías mas limpias, ecológicas y renovables –como las que reclama el mundo de hoy, así como de una economía realmente diversificada y sana !…Objetivo éste no explicitado en el documento,.. ¡Donde lo que se si se menciona es “garantizar un crecimiento económico estable en el futuro” –lo que por si sólo no nos dice nada de la calidad y equidad, y por tanto real sustentabilidad del mismo ! –como sí lo hace la noción de “Desarrollo Sustentable” -en superación del viejo ciego y conservador economicismo del pasado –al que parece haberse confinado el mencionado “acuerdo nacional para la transición”!
En cuanto al segundo objetivo (el de “reinsertar al país en los circuitos financieros internacionales”), tal dictado luce aun mas simplista; si se recuerda que los mismos ya llevaron al mundo a una gran debacle en el 2008 y aun no abandonan la trampa de la “economía especulativa de casino” de la que aun son hoy prisioneros, por lo cual mal podría hoy cualquier país basar un plan de reflotación propio en tan genérico enunciado.
Otra gran relacionada carencia que se percibe en el documento es de la cero mención de los hoy claves temas ambientales/ecológicos y de sustentabilidad -para todo emprendimiento económico y social (hoy tan importantes que ¡hasta el Papa Francisco los va a subrayar pronto en una nueva gran encíclica suya!)…..De cara a una nueva civilización de la vida y la sustentabilidad para el mundo…..Objetivo de valores básicos para toda democracia acertada y responsable…Sistema político que, sin moral o valores correctos, por si sólo tampoco es ninguna panacea (recordemos que Hitler llegó al poder por una votación democrática; al igual que el Chavismo en Venezuela; ¡y hasta el mismo Jesús fue crucificado por “el primer referéndum popular de la historia”!).
..Por todo lo cual, una vez mas, si bien como recurso político nos merece simpatía la idea de un manifiesto alentador u orientador en la actual dramática y apremiante coyuntura de cara a la transición a un nuevo país, como el texto intentado, ¡no podemos decir lo mismo de la totalidad de su contenido!… ¡A fin de poder considerarlo como una ultima palabra y menos aún como un “texto compromisorio para la subscripción universal!”…
…Por lo cual consideramos tarea insoslayable aun pendiente un consenso mas coherente y atinado para una real y segura transición hacia la imperativa Venezuela mas ética, sana, mas en paz, digna y sustentable -a la que todos aspiramos ! Pero lo importante es que se siga avanzando hacia tal consenso en forma sabia, trasparente e inclusiva; a fin de que pueda ser una guía con la mayor credibilidad, acierto y ¡poder de convocatoria! –a la altura de la hora apremiante que vive la Nación….Y en lo cual, aprender de todos los yerros del pasado ¡y obrar con un lente espiritual y moral serán atributos clave !