Una mejor explicación
Recibo de un compañero de estudio, que es en realidad un compañero de vida, con una amistad que sobrepasa los 65 años, una “crónica o quizá una “relación” de un sin número de “personajes o quizá personeros” del PSOE y desde luego de PODEMOS que nos son presentados como protagonistas de actividades no lícitas, todas ellas vinculadas al uso para fines propios de bienes que no les pertenecen y que por extraña coincidencia, esos bienes ajenos de los que hacen uso como si fueran propios, son siempre dinero.
La denuncia con nombres y apellidos incluye senadores, diputados, concejales, alcaldes y va más allá, denunciando, el reportaje no lo dice pero yo como abogado que soy lo interpreto así, a ciertos medios de comunicación y sus operarios que podrían ser calificados como “encubridores” al guardar silencio sobre éstos hechos, pero quizá hasta podrían ser calificados como “cooperadores” al contribuir con su silencio, cuando su función como periodistas es informar, a que los autores de esas rapiñas se salgan con la suya.
Al final de la doble denuncia, la que recae sobre los autores y la que señala a los que guardan silencio, se nos invita a los lectores a reproducir lo allí expresado mediante el sencillo procedimiento de reenviar el correo recibido a quienes usualmente enviamos los nuestros, lo que explica que yo la haya recibido de mi compañero. Así lo hago yo también con mis artículos que envío con la nota “queda autorizada su reproducción”. Sin embargo, no prestaré oído a esa solicitud y me abstendré de reenviar el correo recibido. Quizá lo hago, o más bien, no lo hago, por una deformación profesional, son muchos los denunciados y no tengo certeza de lo que allí se denuncia.
No tengo una mejor explicación para no contribuir con la difusión de la información que me limité a resumir, pero estoy también obligado a darle mi vez compensación a quien me ha dado, de quien he recibido, y por eso quiero agregar a esa magnífica denuncia sobre el comportamiento de ciertos senadores, diputados, concejales, alcaldes, periodistas y empresas cuyo objeto es la información al público, que es lo que yo estimo subyace bajo ese comportamiento.
Todos esos “políticos” denunciados se miran los unos a los otros como si no hubieran incurrido en algo prohibido, en algo ilícito, se sienten y se saludan entre ellos como personas respetables. No hacen nada que merezca reprobación. Sienten que tanto su actuación como la de los colegas responden a metas dignas, por lo que me pregunto ¿cómo puede ser eso?
La única explicación que encuentro es que para ellos, fieles al comunismo, la propiedad es un robo y cuando ellos roban, no están robando, sino ejerciendo acciones de justicia, están expropiando por causa de utilidad pública, la utilidad pública consiste en la implantación del comunismo y después recibirán solamente de acuerdo con sus necesidades, que desde luego son insaciables, como lo muestran las vidas austeras de privaciones que llevaron Stalin, Mao, Castro y Chávez que tuvo la desfachatez de solicitar públicamente al BCV de Venezuela que le entregara mil millones de dólares, no bolívares, dólares.