Una imagen puede decir más que mil palabras
Hace un par de días publiqué un post lleno de ironía sobre una foto de Cabello y la Canciller Rodríguez con el enviado norteamericano Thomas Shannon. Con ese motivo, algun@s amig@s me han pedido mi opinión en serio sobre esa reunión. Trataré de hacerlo con la mayor brevedad que pueda:
Me parece que en la política, y específicamente en el plano de las relaciones diplomáticas entre los países, las negociaciones y encuentros son algo normal y necesario. Mucho más si existen áreas de conflicto entre ellos. Porque, ¿para qué reunirse y negociar si no hay diferencias o conflictos entre los países? A menos que sea para desarrollar proyectos conjuntos, lo cual no es el caso actual entre USA y Venezuela. Por eso las visitas de Shannon a Venezuela, y sus encuentros privados con Maduro y otros funcionarios sin anuncios posteriores, me parecen parte de los procedimientos usuales en casos de gestiones para enderezar diferencias políticas y diplomáticas.
Pero el encuentro entre Cabello y Shannon en Haití me merece una opinión distinta. Excluyo de eso a Delcy Eloína porque ella es la Canciller, manque nos pese, y eso forma parte de sus obligaciones y las del gringo. En términos estrictamente diplomáticos, Thomas Shannon no tiene ningún motivo para reunirse con el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela; porque Cabello no representa, en términos formales, al Ejecutivo venezolano, como Shannon no representa al Legislativo norteamericano.
Y si por razones estrictamente políticas Shannon, como agente también político del gobierno de Obama, se debe reunir con el Vice-presidente del PSUV, partido de gobierno de Venezuela (algo también legítimo y normal), tal reunión debe estar desprovista de las formalidades del uso diplomático; esto es, de fotografías y de anuncios formales por parte del Departamento de Estado y de la Asamblea Nacional de Venezuela. Aunque no suelo coincidir con él y no tengo especial preferencia por el personaje, creo que esta vez el Senador Marco Rubio tiene toda la razón al juzgar el episodio como «una señal confusa en política internacional».
¿Cuál es el motivo de esa foto sonriente de Shannon, con abrazos de por medio, con Cabello y la Canciller? No fue, evidentemente, una selfie que alguien tomó distraídamente y después la utilizó sin autorización. Porque en las fotos los retratados están en pose, en el tipo de pose de las reuniones amistosas y cordiales entre los países, gobiernos, socios comerciales o sectores políticos. Las fotografías en pose son sintagmas que en ocasiones comunican mucho más que las palabras y textos oficiales.
En todo esto queda muy clara la intención de Cabello y del gobierno venezolano. Pero, ¿cuál es la intención del gobierno norteamericano, de su servicio exterior, para participar concientemente en este juego? ¿Qué se propone el ejecutivo de USA al hacerle a Diosdado Cabello el tremendo favor de legitimarlo en momentos en que informaciones de la prensa de Washington y España lo vinculan con una investigación penal de jueces federales de USA? El ejecutivo de Obama no ha confirmado ni negado la especie, pero es indudable que esa foto innecesaria con Shannon es un espaldarazo para Cabello, quien, al margen de la presunta investigación federal, es un personaje bastante cuestionado en Venezuela por su especial dureza represiva e intolerancia contra cualquier tipo de disidencia interna. Es, además, una bofetada a quienes, dentro del país, ejercen con gran esfuerzo y privaciones de todo tipo la oposición al régimen represivo del que Cabello es uno de sus más crueles exponentes.
Me resulta extraño que en esta ocasión no hayan salido los exégetas de la política exterior del presidente Obama, los mismos que nos cayeron a pedradas a quienes objetamos respetuosamente la pertinencia y utilidad de la Orden Ejecutiva contra 7 funcionarios menores del régimen, medida que en aquel momento ofreció un transitorio y oportuno punto de apoyo a un gobierno que se encontraba aislado y sin política. ¿Será porque en este caso la acción ejecutiva es criticada por el senador Rubio y su Partido Republicano, sponsors habituales de los solícitos exégetas?
@Turgelles