Una desacertada política exterior
La normalización de las relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y Cuba es un hecho histórico realmente trascendente. Tratar de valorar, en este momento, lo que está ocurriendo es un poco aventurado. Se requeriría tener una mayor información. Es aún más difícil determinar el impacto que esta medida puede tener en los Estados Unidos, en Cuba, y en Venezuela. De todas maneras, es muy importante observar las jugadas diplomáticas que se están desarrollando. Todas tienen algún objetivo bien definido. Un aspecto que me ha impresionado particularmente es el desaire que acaban de sufrir Nicolás Maduro y Venezuela. No es posible, que en el momento en que se está cerrando una negociación de esa importancia, nuestro gobierno, supuestamente el principal aliado de Cuba, desconozca lo que va a ocurrir, hasta un punto de tal gravedad que lo conduce a enfrentar, unos días antes, a los Estados Unidos en una posición inexplicable. En definitiva, una desacertada política exterior.
Lo primero a evaluar es el momento en que Barack Obama decide cerrar la negociación con Cuba. El partido Republicano obtuvo un arrollador triunfo electoral en las últimas elecciones legislativas consolidando una indiscutible mayoría en el Senado y un control más discreto en la Cámara de Representantes. También triunfó en un número importante de gobernaciones, tradicionalmente demócratas. Esta realidad muestra a un presidente muy debilitado en la opinión pública. Los reclamos de muchos de sus partidarios, recordando sus ofrecimientos electorales, son permanentes. A mi criterio, esta medida, como otras que van a ser aprobadas por el presidente Obama, indican que está decidido a pasar a la ofensiva. Es la única manera que tiene para tratar de recuperar la fortaleza del partido demócrata antes de las elecciones presidenciales. En caso de no acertar en las medidas que tome la posibilidad de una derrota se transformará en una realidad.
No creo que esta nueva situación conducirá a Cuba a una transición hacia la democracia. Tengo la experiencia de haber conversado con Fidel Castro, como canciller de Venezuela, por varias horas, para tratar de convencerlo de que buscara conducir una apertura democrática ante la inmensa crisis económica que enfrentaba Cuba después de la suspensión del subsidio soviético. Los países europeos, fundamentalmente España, y Venezuela le garantizaban plena seguridad personal si impulsaba una transición política. Su respuesta fue terminante: “No, la situación de Cuba no es la que ustedes perciben. He seguido con mucho interés el proceso de la Perestroika y del Glasnost en la Unión Soviética. Fíjese en el fracaso de Gorbachov. Me gusta más le experiencia china. Han logrado un gran éxito económico sin comprometer la estabilidad del régimen comunista. Definitivamente, Den Xiaoping tiene un mayor sentido político”…Ese será el camino de los Castro…
Mi respuesta a Fidel Castro fue muy clara: “Tratar de comparar el proceso chino con el cubano es un absurdo. China está ubicada en el Asia, fuera de la órbita de influencia norteamericana. Cuba a 90 kilómetros de los Estados Unidos. Esta realidad geopolítica obliga a tomar medidas distintas”… La única verdad, es que la experiencia cubana ha sido un doloroso fracaso. Venezuela no es Cuba. Ojalá que Nicolás Maduro y los más importantes dirigentes del PSUV lo pudieran entender. Intentar conducir a Venezuela por ese camino es un suicidio político. Las consecuencias serían impredecibles. Al contrario, en la América Latina hay excelentes ejemplos de gobiernos exitosos de izquierda moderada. Eso sí, para lograr establecer ese tipo de gobierno es necesario alcanzar un verdadero Estado de Derecho, con absoluta independencia de los poderes públicos y una segura alternancia republicana. Esa es la razón de la estabilidad política de Chile y Uruguay.
Si Nicolás Maduro y el PSUV cesan en su empeño de influir a su favor en la selección de magistrados, rectores y funcionarios para los poderes públicos se podría lograr que estos poderes pudieran ser una real garantía para todos los ciudadanos. De esta manera, Venezuela se transformaría en un verdadero Estado de Derecho, consolidándose un sistema político pluralista y alternativo. Lo que ocurrió entre los Estados Unidos y Cuba debe interpretarse como un signo de los nuevos tiempos. Aprovechen, liberen a los presos políticos y orienten el actual gobierno por otros caminos. Un régimen totalitario sólo crea atraso y miseria. Un buen ejemplo es el PRI mexicano. Entendió que la dictadura perfecta, como se le llamaba, debía evolucionar hacia un verdadero régimen pluralista. Ernesto Zedillo impulsó unas reformas en el poder electoral que condujeron al PRI a la derrota. Pasado unos años, ganó unas elecciones democráticas y actualmente uno de sus miembros es presidente de México.
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@FOchoaAntich
El enfoque del señor Ochoa se aproxima bastante a la realidad y sugiere algunas alternativas políticas viables e interesantes por parte de los Estados Unidos que van a afectar el curso de las historias tanto de Cuba como de Venezuela. Todo va a depender de un conjunto de factores, que de producirse, nos va a permitir afirmar o no, que estamos frente a un avance o un retroceso. El primer elemento tiene que ver con el regreso al poder de los republicanos ; el segundo, de como manejen los Estados Unidos su nuevo enfoque sobre Cuba por el tiempo que le queda al presidente Obama en el poder ; y, el tercero,el comportamiento del gobierno cubano por el lapso de tiempo restante antes de conocer quien será el nuevo presidente de los Estados Unidos. Y es que la evolución e interrelación de esos tres elementos dependerá de cómo la política exterior de los Estados Unidos aborde el tratamiento de estos dos países tan problemáticos.
Con relación al primer elemento, los republicanos han adquirido el compromiso de ´´revertir´´ la política de flexibilización de los Estados Unidos con Cuba, y así lo ha afirmado el senador republicano, el señor Rubio y que no ha sido desmentido por su partido. Es evidente que ha existido una permanente colaboración entre los cubanos en el exilio y los diferentes gobiernos que desde esa época se han alternado en el poder del ´´Imperio´´ ; desde entonces han pasado muchos años y los exiliados originarios han envejecido aunque nutriéndose de los miles de cubanos que continúan llegando por cualquier vía a USA. Y es que en paralelo, también hay unas nuevas generaciones de cubanos nacidos en los Estados Unidos que son hoy mas norteamericanos que cubanos, gente interesada mas en hacer negocios que el ocuparse de los problemas políticos de sus padres y abuelos y que sin duda, creen les conviene mas la política del señor Obama que la propuesta republicana. Estos, están mas cerca de los grandes intereses corporativos que también ven un potencial futuro en empoderarse en la isla de las áreas que les resulten mas interesantes. Están claros en que su asunto no es solucionar el problema de los derechos humanos, su objetivo es económico y moverán todas sus influencias para que el asunto político los favorezca y no les interfiera en sus planes y proyectos. Punto a favor del señor Obama.
El segundo elemento, se mueve casi en su totalidad en el ámbito de las ´´negociaciones´´. De entrada, reanudar sus relaciones diplomáticas al aperturar sus respectivas embajadas y luego abordar el tema espinoso de : ¿ Qué me puedes dar y qué te puedo ofrecer ?.Y es que ambos tendrán que ceder en algo. La estrategia central de los cubanos se mueve en llegar a establecer su ´´neo-comunismo´´ siguiendo un poco el modelo chino y obtener los beneficios económicos que le permitan oxigenar su economía sin perder su influencia sobre Venezuela, que bajo cualquier punto de vista aun les continuará siendo de utilidad. Y hasta puede que las ´´medidas de austeridad´´ anunciadas por el presidente Maduro vayan en esa misma dirección. La diferencia es que Cuba tiene mucho potencial que ´´ofertar´´ (está todo por hacerse ) y Venezuela luce agotada e hipotecada. Los cubanos deberán lograr que el asunto de los ´´derechos humanos´´ pase lo mas desapercibido posible sin que toque los cimientos de su estructura de dominación y es muy probable que lo puedan lograr. Punto a favor de Cuba.
El tercer elemento es muy importante pues damos por descontado que ganarán los republicanos. ¿ Podrán los Estados Unidos revertir los avances que se alcancen en las ´´negociaciones ?. En buena lógica sería algo contraproducente si se ve con claridad que tales negociaciones benefician los intereses económicos norteamericanos, sobre todo en materia de inversión y empleo para las empresas norteamericanas y marginalmente para los cubanos. Sin embargo, la política exterior norteamericana después de la II Guerra Mundial ha sido muy errática y contradictoria. Las experiencias de Corea, Vietnam, Medio Oriente y hasta el trato descuidado para con su´´ patio trasero´´ han sido muy descuidadas. Lo mismo ha apoyado dictaduras sangrientas como democracias corruptas ; y, tal comportamiento le ha ganado la extensión de un sentimiento anti – norteamericano que no se compadece con la grandeza de un pueblo al que muchos admiramos y queremos. Y es que todos esos elementos pueden o no beneficiarlos según sepan interpretarlos adecuadamente. Y es que si los cubanos se saben desempeñar en el presente reto y los Estados Unidos también, las conclusiones preliminares apuntan a que ganaría el régimen cubano, ganarían los Estados Unidos y perdería el pueblo cubano. Punto para USA y punto para el gobierno de Cuba.
Quedaría pendiente el asunto de Venezuela. ¿ Estaría el gobierno cubano dispuesto a abandonar a su suerte a los ´´camaradas´´ venezolanos ?. Si ello les trae algún beneficio, no lo ponemos en duda. Al fin y al cabo, ellos desprecian a los gobernantes venezolanos actuales. Nunca les agradó la ´´fantochería´´de Chávez y al presidente Maduro lo ven como un ´´tonto útil´´.Están conscientes que Venezuela es ´´negociable´´ si los republicanos acceden al poder, y hasta puede que el senador Rubio también lo sepa. De ser asì, los días del señor Maduro estarían contados. Un gobierno republicano de línea dura si utilizaría toda la información de inteligencia y de seguridad del Estado que graciosamente entregaron tanto el ex presidente Chávez como el presidente Maduro al gobierno cubano. Y es que seguramente, todos miraríamos para otro lado si los ´´gringos´´ con la contribución con del régimen cubano, instalarán un gobierno ´´fuerte´´ que hiciese una ´´ratzia´´entre los socialistas (comunistas) criollos. ¿ No traicionó el señor Fidel Castro al Ché, a Camilo Cienfuegos , fusiló a generales leales y pudrió en prisión a varios camaradas que se la jugaron por el en la Sierra Maestra ?. Punto para Cuba. Punto para la resistencia venezolana. ¿ No es esta una hipótesis y un escenario interesantes ?. Pienso que si…