¿Un Futuro Incierto?
En los tiempos que vivimos, en todo el mundo rige la incertidumbre. Uno se pregunta: ¿qué nos depara el devenir? Todos deseamos qué, en los días, meses y años venideros podamos sentirnos seguros, qué logremos controlar nuestras vidas, nuestro bienestar. Desgraciadamente nos enfrentamos a la crueldad de la incertidumbre, esa de la canción de Javier Solis, pero no cómo ella dice, referida al futuro del amor a una mujer, sino a nuestra vida, a la esperanza.
No hay certeza acerca de lo que será nuestro futuro en un mundo plagado por guerras, que no logra acabar con la pobreza, con la inseguridad, la desesperanza, el oprobio, la maldad de perversas dictaduras, y uno se pregunta si es posible buscar salidas, tal como propone el poeta Robert Frost en su poema “The Only Way Out “, al que me referí en artículo publicado en Analítica, bajo el título ‘La Única Salida”.
Uno se pregunta cuál será el futuro de la democracia en los Estados Unidos si Donald Trump es reelecto presidente. ¿Qué pasará si Putin logra apoderarse de Ucrania? ¿Será condenado Israel por cometer crímenes de guerra en Gaza?
Si como es de esperarse, María Corina Machado es electa presidente, ¿ante cuál Asamblea se juramentará?
Hay voces que anuncian el peligro y la amenaza de un futuro, como fue la de Casandra, tal como la narra la Ilíada. No le hicieron caso a elle ni a Laocoonte, y los griegos acabaron con Troya.
Uno también se pregunta si los gobernantes que han cometido crímenes de lesa humanidad serán condenados por la Corte Penal Internacional o si por razones de Real Politik, se seguirá difiriendo la decisión.