Un asenso justo y loable
Claros juiciosamente, del pillaje tan obvio del que fuese objeto nuestro candidato opositor Edmundo González Urrutia, ya urdido por las acciones inquisitivas en su contra y al acecho de toda patraña judicializada para excluirle, el parlamento europeo conocedor y muy responsablemente, ante el hemisferio y la región; le asiente como presidente legítimo y democráticamente elegido de Venezuela, en un texto no vinculante, por supuesto, que salió preciso con los síes del Partido Popular Europeo, los ultraconservadores y la extrema derecha; decisión acogida con unos 309 votos a favor, 201 en contra y unas 12 abstenciones; asimismo, del reconocimiento o venia de María Corina Machado como dirigente de las fuerzas democráticas en Venezuela. Vistas tales tendencias, a Maduro casi nadie le reconoce, sino tan solo las tiranías de la Región del Oriente Medio con sus aliados. Y, por supuesto, las latinoamericanas: Cuba, Nicaragua y Brasil; todas comunistas e infrahumanas, más la vanidad y gozo de sus líderes quienes presumen de una aceptación popular por un triunfo pírrico contra el imperialismo estadounidense.
No obstante, debido a una enmienda, quizá muy razonable por lo sensata de la misma, no insta o exhorta a la UE ni a sus Estados miembros –quienes tienen la competencia en política exterior- a unirse a dicho reconocimiento histriónica.
Aún así, es de estimarse que en virtud de la fuerza y convicción plena de dicho parlamento, la UE y Estados miembros se unan a dicho reconocimiento ya que Josep Borrell es el representante de la Unión para Exteriores y Política le es un afecto incondicional.
De cualquier modo, es de estimarse que sí le reconocería puesto que el Congreso español le aprobó como presidente electo con unos 177 votos a favor procedentes de derecha y de grupos ultranacionalistas, tales como los vascos, aliados habituales de los socialistas, quienes está en minoría junto con sus socios izquierdistas.
Y, a este abanderamiento de Edmundo González de une, además, el Congreso de Costa Rica, que también se asienta al crédito de su condición.
Cabría resaltar que de cualquier modo, González Urrutia confía en un traspaso pacífico del poder en Venezuela, aunque tuvo que huir del país antes de que Maduro lo apresara y torturase.