Ubica tu casa
A la usurpación no le basta con el daño que ha realizado, en todos los niveles, a la vida de los venezolanos, sino que ahora reaparecen con otra “genial idea” para seguir torturando, angustiando y afectando a muchísimos venezolanos.
De los creadores de “Exprópiese” ahora nos traen el programa “Ubica tu casa”, con el cual están legalizando las invasiones de inmuebles desocupados, con el solo propósito de ganarse unos puntos con algunos pocos que se puedan beneficiar de esta acción írrita e ilegal.
Aunque una familia haya abandonado el país, empujada por la crisis económica, social y humanitaria que se vive la nación, ésta no pierde su propiedad sobre el inmueble que dejó atrás.
Cada propietario puede hacer con su inmueble lo que mejor le parezca, por ejemplo alquilarlo, venderlo o, como están haciendo mucho, dejársela a algún familiar que viva en él hasta su retorno. O, si mejor le parece, lo dejan allí esperando su regreso al país.
La usurpación no tiene carácter legal para expropiar, invadir o arrebatar a miles de familias sus propiedades, y lo que están realizando es otra violación de los Derechos Humanos, es otra línea más al abultado expediente que ya reposan en la Corte Internacional de la Haya.
Además, esta iniciativa igualmente busca castigar a los venezolanos que han emigrado; busca ofenderlos y robarles. A Nicolás Maduro no le basta con la ola de xenofobia que los venezolanos en el mundo están padeciendo, sino que él le mete el dedo en la herida con este tipo de iniciativas.
También, podríamos decir que el plan “Ubica tu Casa” es un reconocimiento del régimen de su fracaso en la creación de viviendas; a pesar que cacarean que han realizado miles de casas y/o apartamentos en todo el país, lo cierto es que los números que hacen púbicos son falsos, y el déficit habitaciones es cada vez mayor.
El fracaso en la construcción de casas es sorprendente, y para paliar esta situación surgió la “brillante idea” de quitarle sus propiedades a aquellos que con sacrificio lograron tener su vivienda propia.
Nuevamente este modelo reafirma que le tiene sin cuidado los principios de trabajo, respeto a la propiedad pública, de orden y respeto a los derechos de los demás. Nuevamente este modelo deja en evidencia que no tiene moral de ninguna índole y que su afán es de destruir todo lo que está a su alrededor, sin evidenciar el más mínimo remordimiento.
Estimado lector, es hora de defender el hogar de nuestras familias, es hora de defender la vivienda de nuestros hijos; este peligro no sólo pesa sobre la clase media o alta, sino a los sectores populares. Quieren quitarles su casita a los trabajadores, a aquellos hombres y mujeres que con su arduo trabajo, de ellos o de sus padres, edificaron sus hogares.
Es el momento de decirle al usurpador de Miradores “con mi casa no te metas”. He aquí la importancia, cada vez mayor, de lograr el cese de la usurpación lo más rápido posible, para que estos horrores dejen de suceder en Venezuela.
