OpiniónOpinión Nacional

Trump, Zelenski y George Harris…

“La confrontación en términos diplomáticos, nunca es buena. En lo político sólo favorece la división y la desconfianza. En la zona de entretenimiento, a quién favorece el escándalo es al rating, pero pronto puede acabar con la imagen del medio, sus anclas o productores.”

La guerra entre Rusia y Ucrania-iniciada en febrero de 2022-ha tenido profundas repercusiones para los países involucrados y para la comunidad internacional. Las causas principales del conflicto y sus consecuencias en los últimos tres años demandan un desempeño [en términos de opinión pública] objetivo, moderado y eficaz. 

La entrevista Trump-Zelenski deja mucho que desear como una aproximación que exige una elevadísima conducción diplomática y estadista. Lo que está de por medio es la vida, la esperanza y la paz. La opinión pública merece respeto, por lo que cualquier desaire y arrebato, es peligroso, por el valor tutelado.

La opinión pública se define como el conjunto de ideas, actitudes y creencias que comparte la sociedad acerca de determinados temas—políticos, sociales, económicos o culturales—y que se manifiestan a través de diversos medios de comunicación, encuestas, debates, centros de pensamiento y protestas. Respetarla implica reconocer y garantizar el derecho de los ciudadanos a expresarse libremente, evitando la censura o manipulación de la información, para fomentar un diálogo plural y transparente. La expresión libre y abierta al debate, demanda compostura tanto del medio como del público, el anfitrión y el invitado. Enfrentar a la opinión pública supone un compromiso sagrado: pluralidad, tolerancia y nobleza. 

Cuando se pierden las formas, se pierde el fondo. Quizás tienes la razón-nos dicen nuestras abuelas-pero sin respeto y urbanidad, nadie te escucha. Esta fue la nota que desentonó en la entrevista en la Casa Oval. Y mutatis mutandi, ese fue el desentono de Harris en Viña del Mar. Aunque son temas disímiles conectan en cuanto al manejo de las agendas en el escenario público.  Vamos por partes. 

La Guerra Ucrania Rusia. Causas y consecuencias del Conflicto

Las causas: En primer lugar, la expansión de la OTAN y su repercusión en la seguridad Rusa: Rusia ha expresado consistentemente su oposición a la expansión de la OTAN hacia el este, respecto a la posible adhesión de Ucrania. El presidente Vladimir Putin ha dicho que la presencia de misiles de largo alcance en Ucrania representaría una alerta roja para la seguridad rusa. En segundo lugar, en febrero de 2022, Rusia reconocía a las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk en el Donbas. Un conflicto con sensibles raíces históricas, que al decir de Kissinger, es muy complejo arbitrar, so pena de escalar peligrosamente. 

Las Consecuencias: Rusia ha experimentado pérdidas significativas de equipos militares, incluyendo aproximadamente 1.400 tanques en 2024. Esta situación ha llevado al uso de tanques obsoletos y ha generado preocupaciones sobre la reputación y capacidad militar rusa. En otro sentido, tenemos una grave crisis humanitaria. La guerra ha provocado la mayor crisis de refugiados en Europa desde la II Guerra Mundial, con más de 7 millones de Ucranianos desplazados internamente y otros 7 millones buscando refugio en países europeos. En lo económico, ambos países han sufrido impactos significativos. Ucrania ha enfrentado la destrucción de infraestructuras claves, mientras que Rusia ha sido objeto de sanciones internacionales que han afectado sus finanzas. 

En términos globales tenemos una compleja crisis alimentaria. La interrupción de las exportaciones de trigo y otros productos agrí­colas de Rusia y Ucrania, ha contribuído a una crisis alimentaria mundial, afectando especialmente a paí­ses dependientes de estas importaciones. La guerra ha exacerbado la crisis energética global, con impacto en los precios del gas y el petróleo. Igualmente ha operado una reconfiguración geopolítica de alianzas internacionales. Occidente se debate entre un modelo democrático liberal-homogeneizante vs. una democracia conservadora y de élite. Urge un punto medio. El problema no debe ser ideológico sino pragmático y neutral. 

Lo más grave ha sido la pérdida de vidas civiles y militares de ambos bandos que se estiman en cientos de miles. Graves denuncias de ataques indiscriminados [Hospitales, viviendas, escuelas y redes eléctricas]; uso de municiones racimo y armas prohibidas; violación a la protección de civiles y prisioneros de guerra, todo lo cual le valió al Presidente Putin, una orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional. 

Un encuentro entre EEUU y Ucrania, mediando un conflicto de esta magnitud, exigía moderación diplomática, tolerancia y preparación para evitar fisuras y escalamientos.  A nuestro juicio la única víctima fue la paz duradera. No es etiquetar conductas personales. Es valorar el desempeño del encuentro y el cumplimiento de objetivos. No hubo forma, no hubo fondo. No se escucharon. 

Los sonidos del silencio en la casa Oval. Con coma alta, nadie oye. 

El encuentro de Donald Trump y Volodimir Oleksándrovych Zelenski en la Casa Oval de Washington, fue un episodio revelador de cómo la política exterior puede transformarse en un espectáculo mediático, con consecuencias profundas para el proceso de paz entre Rusia y Ucrania. La reunión fue programada para firmar un acuerdo económico sobre la explotación conjunta de los recursos naturales de Ucrania. No sabemos qué pasó con ese preacuerdo, si fue firmado o no. Un encuentro de 50 minutos , donde los primeros 40 se desarrollaron tranquilamente. Sin embargo…

Al minuto 40 aproximadamente el VP de EEUU J.D. Vance, cuestiona la postura del mandatario Ucraniano, calificándola de irrespetuosa. Antes Zelenski hizo referencia a que celebró acuerdos con Rusia de cese al fuego [2022], teniendo como testigos Europa y EEUU que fueron violados por Rusia al invadir Ucrania. Zelenski agradeció la política exterior de Obama-Biden y cuestionó a Vance, «a qué tipo de diplomacia se refiere cuando habla del rol de EEUU?. Aquí surge el choque.  ¿Era necesaria la compulsa?.  Estando persuadido adónde y con quién se reunía, ¿fue acertado abrir fuego cruzadoi?. La reacción no se hizo esperar. “Ud. no está en posición de decirnos [a los EEUU] como nos sentimos […] Ud. no tiene cartas para jugar con una III Guerra Mundial […]” al tiempo que [Trump] reprochó a Zelenski la falta de gratitud por el apoyo estadounidense. Esto desembocó no sólo en tensiones personales, sino también en divergencias estratégicas sobre la forma de alcanzar una paz duradera en la región. Y comenzaron los ecos del silencio…no se escucharon.

El tono adoptado por Trump se alejó de la diplomacia del diálogo y la negociación, esenciales para generar confianza…y no escalar. Exponer el tema a un ambiente televisado, fue un factor de presión incontrolable. En este sentido el desempeño se percibe como negativo, ya que el espectáculo ante la opinión pública [que solicita serenidad, cumplimiento de expectativas y moderación] incrementa la incertidumbre y debilita la imagen de unidad entre los aliados occidentales. Imponer condiciones claras para acelerar una transición segura hacia un alto el fuego, era el objetivo. Sí existía un acuerdo previo aceptado que merecía algún ajuste, no debía discutirse en cámara sino a puerta cerrada. 

Condicionar el futuro del apoyo militar y económico a Ucrania a conductas o actitudes, sea del líder ucraniano o del presidente norteamericano, es personalizar el conflicto. La personalización debilita la posición de Kiev en futuras mesas de negociación y fragmenta a Occidente, dejando un escenario de inseguridad, incertidumbre y alejamiento, donde pierde la paz. En lugar de buscar un consenso que integrase a todos los actores claves “incluyendo a aliados europeos y a representantes civiles de Ucrania”, el episodio se convirtió en un duelo de actitudes, reduciendo las posibilidades de un acercamiento efectivo y afectivo. El impacto de este evento político se extiende más allá del Despacho Oval. La actitud confrontacional y la ausencia de un diálogo constructivo puede generar dudas entre los aliados tradicionales de Ucrania, especialmente en Europa sobre el compromiso de EEUU con la resolución pacífica del conflicto. Es un ejercicio de simpleza decir que fue una emboscada. Ninguna de las partes deseaban ni planificaron lo ocurrido. No fue una buena oportunidad, quiero decir, eficiente y noble, para acabar con la guerra.

EL Venezolano George Harris y su otro yo: Venezuela

Quise traer a colación este episodio de nuestro querido comediante en Chile, porque es otro ejemplo de cómo la exposición ante la opinión pública, constituye un desafío delicado y sensible; un compromiso que va más allá de nuestros temperamentos. Volvemos con la enseñanza: Puedes tener la razón pero si no sabes defenderla, la perderás. Y defenderla es redimir, bajarse, atemperar.

El careo de George Harris en el Festival Internacional de Viña del Mar-aunque pareciera estar en una esfera muy distinta a la política, comparte elementos comunes en cuanto al impacto que entrambos [política y entretenimiento] producen en la imagen y la opinión pública. Y no sólo en la percepción del artista o el líder sino de sus representados. Un hombre público no solo habla, canta o actúa por sí mismo, sino que lleva sobre sus hombros, la imagen de su linaje.  

El encuentro entre Trump y Zelenski, ampliamente transmitido y analizado en los medios a nivel mundial, tutela por su parte-hemos dicho-el valor de la paz. Por otro lado, la puesta en escena del comediante venezolano George Harris, no sólo correspondía «a un guión para hacer reír» sino el difícil desafío de superar un chauvinismo intemperante y prefabricado. Este fue el verdadero monstruo que enfrentó George Harris. Y para esta clase de retos tanto el actor político como el artístico, deben estar muy bien preparados, ‘exorcizados‘ y comprometidos. Un tema es mi libre albedrío.  Otro es mi investidura, que demanda un control muy noble y universal; cumplir con las expectativas de librar y proteger favorablemente los valores tutelados: la paz,el  amor, la pluralidad,y la armonía, que es vida, que es la libertad del otro [dixit Isaiah Berlín]. Y quién falla si no se logran, no es el público, no son las gradas, no es “la autopista”, es el conductor.  

La confrontación en términos diplomáticos, nunca es buena. En lo político sólo favorece la división y la desconfianza. En la zona de entretenimiento, a quién  favorece el escándalo es al rating, pero pronto puede acabar con la imagen del medio, sus anclas o productores.  El camino hacia la paz, no es exacerbar la polarización. Desanudar el monstruo de la xenofobia o la discriminación social [si es que existe], no es agendarla. Avivar la controversia post evento, tampoco ayuda. Lo que queda en el tiempo es el sinsabor de una derrota. No personal, sino colectiva, que es no conseguir sanar el valor comprometido.  George Harris en el Festival de Viña del Mar fue injusta y desproporcionadamente abucheado y ofendido. Pero ese era el reto del artista: O no ir o habiendo decidido ir, prepararse para la zafra. Cosechar amor en el entendimiento, que  es ofrecer disculpas y humildad, como valores superiores ante los cuales, se inclina cualquier sociedad. 

Harris, fue maltratado en el escenario. Eso no está bien. Lo recibió un público dividido e incluso manipulado. Pero [Harris] sabía lo que se enfrentaba. El mismo ha dicho que sufrió múltiples amenazas que eso pasaría. ¿Se preparó para esta monstruosidad? El manejo de un incidente minado de ingredientes polarizantes, exige mucha anticipación. La respuesta de Harris fue ambivalente. Si bien posteriormente pidió disculpas y agradeció el apoyo, abandonó el escenario en varias ocasiones y respondiendo de forma desafiantemente, se percibió como irrespetuosa. Tenía razón, pero había que apelar a otra forma de aliviar la carga, para poder decir: hice todo lo que humana y racionalmente estuvo a mi alcance. Él es el conductor que lleva en cabina, un peregrinar de venezolanos [dentro y fuera de Chile]. Y todo quedó devorado y engullido por la polarización. ¿Ganaron los malos que son minoría? No. Perdimos la oportunidad que ganara la luz de la alegría. Y como dice el proverbio: La paz comienza por una sonrisa [Maria Teresa de Calcuta].  

George ha debido presentarse [me comenta una querida y brillante amiga] “en una motocicleta haciendo delivery. “Aquí vengo de parte Dios”, como dijo en una entrevista, un venezolano repartidor, Antoni Maia, oriundo de Vargas. Abrir diciendo: Vengo a repartir amor, gratitud y risas. Démonos la paz. Gracias Chile […] Y si por ustedes he pecado, nuestra mayor virtud no está en no cometer errores, sino en reconocerlos con humildad y enmendarlos con el corazón… 

La confianza y la credibilidad. 

Los valores de la confianza y la credibilidad, son virtudes muy apreciadas en la política, la diplomacia y el entretenimiento. Lo que está de por medio es conciliar, reunir, pacificar, perdonar, amar. No son temas de coser y cantar. Es la paz de los pueblos, la agregación ciudadana, la aceptación mutua, terminar una guerra, barrer la polarización, la desmoralización, que es permutar una lágrima por una sonrisa. 

Los episodios in comento demuestran la gran responsabilidad que significa conducirse adecuadamente frente a la opinión pública. En tiempos de RRSS y Massmediación, la construcción y mantenimiento de una imagen favorable y la resolución de conflictos complejos, multiplica ese deber. La discreción, la preparación y la capacidad de respuesta propositiva, son elementos esenciales. La improvisación puede resultar en consecuencias negativas y riesgosas. No sólo para los protagonistas, sino para el público en general. Ya lo dijo Balduino I: “Se tardan veinte o más años de paz para hacer a un hombre, y bastan veinte segundos de guerra para destruirlo.” Y la guerra, es la destrucción del espíritu humano [Henry Miller]. 

@ovierablanco

Los comentarios, textos, investigaciones, reportajes, escritos y demás productos de los columnistas y colaboradores de analitica.com, no comprometen ni vinculan bajo ninguna responsabilidad a la sociedad comercial controlante del medio de comunicación, ni a su editor, toda vez que en el libre desarrollo de su profesión, pueden tener opiniones que no necesariamente están acorde a la política y posición del portal
Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba