Trump eufórico por su reforma fiscal a favor de empresas
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, está demostrando a sus opositores que cumple sus promesas de campaña y cumplirá con todas ellas. La reforma fiscal es menos ambiciosa que lo deseado por el presidente inicialmente y ha sido prácticamente aprobada; el Senado y la Cámara de Representantes acordaron el texto final después de conciliar las dos versiones el viernes pasado, el cual será votará el próximo fin de esta semana.
Sin embargo, no fue fácil para el presiente Trump hacer prosperar su reforma, todos trataron de negociar su voto a cambio de concesiones. Algunos senadores, en una posición de fuerza, como Marco Rubio, senador por Florida (de padres cubanos exiliados) y muy crítico hacia el presidente Trump, solicitó y obtuvo créditos impositivos adicionales por cada niño en las familias; el senador, Bob Corker, un extremista de derecha también contribuyó a la aprobación de la reforma y hacer de los republicanos una mayoría.
Se espera que la Cámara de Representantes inicie la votación de la reforma este martes, luego le tocará el turno al Senado, donde la mayoría republicana apenas tiene una diferencia de 4; es decir 52 republicanos contra 48 demócratas. No hay nada definitivo, pero la incertidumbre parece ser menor ahora, la confianza del lado de los republicanos es contundente y, seguramente, el texto final de la reforma fiscal pasará con la mínima mayoría gracias a las concesiones otorgadas a sus opositores.
Lo prometido por el presidente se cumple poco a poco, entre 1.4 y 1.5 billones de dólares en diez años en recortes de impuestos. Entre las medidas emblemáticas de la campaña electoral del presidente Trump, no sorprende ver que la tasa de impuestos a las corporaciones haya caído de 35% a 21%, ratificando el compromiso presidencial, aunque el presidente defendió una reducción hasta del 15% y luego, ante la oposición propuso 20%; en tanto que, para los hogares se mantienen siete niveles de impuestos, los cuales van desde el 10 al 37%, luego que la tasa máxima fuera del 39.6%. Los recortes de impuestos han sido de hasta 1.5 billones de dólares; las deducciones para empresarios individuales han pasado del 23% al 20%, de alrededor de 62.6 mil millones de dólares.
Pero una de las preocupaciones centrales del presidente Trump, la repatriación de las ganancias de las empresas estadounidenses, también se vieron ajustadas. Mientras que el presidente Trump deseaba imponer un impuesto del 10% originalmente, la tasa fue finalmente fijada en 15.5% y en 8% si las ganancias se reinvierten en activos líquidos; el senado proponía 14.5% y 7.5%, respectivamente.
Sin duda, de acuerdo a los analistas, ese impuesto podría generar al menos 40 mil millones de dólares en ingresos adicionales, no obstante, la reforma fiscal en su conjunto, elevaría entre mil y mil quinientos billones a la deuda de los Estados Unidos, la cual ya supera los 20 billones de dólares y su impacto en el crecimiento podría ser negativo. Los análisis consideran que las reducciones fiscales podría significar una caída inicial del 1% del PIB, aunque algunos economistas suponen tendría un impacto positivo de entre un 0.3 y 0.4%.
De acuerdo con los demócratas, la reforma fiscal sólo beneficiará a los ricos con la reducción de impuestos, aun cuando el gobierno y los legisladores, siempre han presentado la reforma como una prioridad para la clase media, así como un mecanismo para impulsar la economía y hacer atractivas las inversiones en territorio de los Estados Unidos.