Trampa electoral, como engaño continuado
La Venezuela de nuestros tiempos está llena de acontecimientos y hechos históricos, jamás pensados por los Venezolanos; un país en ruinas, en permanente destrucción, con alarmante deterioro progresivo, sumido en la más terrible pesadilla, en donde por cualquier lado que dirijamos la mirada, sólo observamos caos, desolación, miseria y muerte.
La política la han convertido en un perverso instrumento de envilecimiento y gran parte de los lideres políticos han perdido el sentido histórico y ético, depravándose moralmente, mientras que más del 85% de los Venezolanos padecen el más grande de los sufrimientos de su historia.
Sectores del mundo político buscando acomodo y reconocimiento del gobierno y entre otras cosas lanzan dardos envenenados a la oposición recia y verdadera.
Han alacranizado la política de un modo que todo es asumido para sacarle provecho económico o de cualquier tipo a sus posiciones pro gobierno intentando sembrar desesperanza y desanimo en la verdadera oposición, engañando incautos e incorporándolos a su lógica interna, de que esto no tiene salida y que hay que acercarse al gobierno, hacer acuerdos vergonzantes, pero con un discurso opositor cínico y falso.
La idea que están impulsando ahora, es la de participar en las elecciones de Gobernadores, y muchos de buena fé, otros con no tanta y también otros con evidente mala fé, absolutamente conscientes del papel que están jugando. Es imprescindible entonces hacer un breve recuento de lo que han sido las elecciones durante el Madurismo.
Es más que evidente la pérdida progresiva de apoyo popular del Chavismo que sin duda se ha acentúado con el Madurismo; recordemos que en su primera elección a duras penas pudo ganarle a Capriles, posteriormente en las elecciones parlamentarias del 2015, las fuerzas opositoras obtuvieron una contundente victoria llegando a tener la mayoría calificada de la Asamblea, la respuesta del Madurismo fue eliminar los 3 diputados de Amazonas y declarar a la AN en desacato en un bochornoso dictamen del TSJ complaciente y cómplice; de allí en adelante se acentuó la represión y hubo un permanente acoso, persecución contra la AN, impidiendo la realización de sesiones, persiguiendo y encarcelando a diputados, muchos tuvieron que irse al exilio; lo que hizo Trump con el parlamento Norteamericano, ya años atrás lo habían hecho en Venezuela militarizando la sede del parlamento y agrediéndolo con colectivos armados; posteriormente, en su propósito de anular a la AN, inventaron una Asamblea Nacional Constituyente ilegal, inconstitucional y fraudulenta que lo único que hizo fue violar la constitución del 99, creando un caos jurídico y constitucional; también ilegalmente convoca a unas elecciones presidenciales en donde aparte de lo inconstitucional, ilegal y violando todas las leyes y normas electorales lo culminan abultando groseramente los votos de Maduro para darle esa «victoria» electoral, que no fue reconocida por la comunidad internacional, ni por la mayoría de los Venezolanos, convirtiéndose en un usurpador del poder; recordemos que la mayoría del país no participó y que quienes participaron lo que hicieron fue intentar legitimar a Maduro, de allí surgió la tristemente célebre mesita que no es más que una «oposición» a la medida del gobierno también complaciente y cómplice, el mismo guion se aplicó a las elecciones de gobernadores, en donde las pocas gobernaciones que ganó la oposición, las doblegaron, hicieron que los gobernadores electos se juramentaran ante la inconstitucional ANC, con excepción honrosa de Guanipa el gobernador electo del Zulia; posteriormente nombraron «protectores», también violando la constitución, y convirtiendo a los gobernadores electos casi en figuras decorativas.
El 6D del 2020, se realizaron las elecciones parlamentarias, donde el rechazo de los Venezolanos fue masivo, elecciones total y absolutamente fraudulentas que tampoco son reconocidas nacional ni internacionalmente y que conforman un escenario total de usurpación del poder. Todas las elecciones realizadas, con excepción de las parlamentarias del 2015, han sido inconstitucionales y fraudulentas; en Venezuela hoy, las elecciones y el voto están más devaluados que el Bolívar, no tienen ningún valor.
El 12D se realizó un ejercicio democratico de consulta popular, en donde a pesar de todas las adversidades, participaron más de 6 millones de Venezolanos que respondieron que SI a las tres preguntas formuladas y que finalmente expresan la voluntad del pueblo de retornar a la democracia a través de unas elecciones presidenciales y parlamentarias, libres, transparentes, confiables, con observación internacional. Es un mandato del pueblo.
Es imprescindible construir una unidad por la base con los millones de ciudadanos descontentos y que se oponen a Maduro y su modelo Cubano-Soviético, aumentar la presión nacional e internacional y obligar a una salida democrática y constitucional para recuperar la Democracia y la Libertad.
En 1958 cuando todo parecía perdido, el 23 de Enero fue derrocada la dictadura, rescatemos el espíritu del 23 de Enero y mantengamos la firmeza, la moral, la dignidad y la fuerza para vivir en paz y en libertad.
Me gustó el análisis cronológico del problema político de lo fraudulento de las elecciones en Venezuela, lo que ha logrado un presidente y una Adán lea nacional fraudulenta, queda preguntarse ¿Cómo salir de esto?