Somos como somos, pero ¿por qué?
Arnold J. Toynbee escribió en su famosa obra titulada «Estudio de la Historia», que las fuerzas que actúan operantes en las naciones, de unas u otras maneras, «no son inteligentes en su actividad parcial, a menos que se tenga una visión general de su actividad en toda la sociedad.» Además añadió que «Partes diferentes son afectadas diferentemente por una causa general idéntica, porque cada una de ellas reacciona, y cada una contribuye, en modo diferente, a las fuerzas que esta misma causa pone en movimiento.» Por esas razones, concluye sobre lo anteriormente escrito, afirmando que «una sociedad enfrenta en el curso de su vida, una serie de problemas que cada miembro ha de resolver por sí mismo, como mejor pueda.» De esa manera, pues, resulta que cada problema implica, para cada persona, el vivir o sufrir una prueba y que, siendo estas diferentes, los miembros de la sociedad van, de manera progresiva y con el paso del tiempo, a diferenciarse entre ellos.
Como consecuencia de lo anteriormente expresado, no podían sino haber sido inevitables todos los conflictos y guerras vividos por la humanidad, desde sus más antiguos tiempos y sin interrupciones considerables. Lo que si se generó en los remotos tiempos, pero que permanece en el presente, es lo que en el idioma alemán se llamó la «völkerwanderung«, que, traducido al castellano significa «La migración de los pueblos.»
No es fácil, a veces, saber por qué en nuestro país –y también en toda la América Latina– la presencia de dictaduras y tiranías es una suerte de fenómenos que surgen, y con frecuencia, se han reproducido prácticamente en toda las Naciones de nuestra sub-región. Una anécdota vivida en mi temprana niñez, la refería con frecuencia a mis alumnos de las Universidades: en la casa de mis padres, donde frecuentemente se reunían personas amigas que hablaban temas de la política de aquel tiempo, tres años después de la muerte de Juan Vicente Gómez, y uno de los presentes en aquella tertulia, dijo algo que mucho me sorprendió: «hablen más bajo que las paredes oyen.» Cuando todos se fueron de la casa, pregunté a mi padre: «Papa, que es eso de que las paredes oyen.» Como apenas tenía entonces cinco años, mi Padre me respondió diciéndome: «hijo, no te preocupes, las paredes no oyen, pero eso viene de que en el tiempo pasado hubo gobiernos muy fuertes que espiaban a las personas para saber que decían de ellos. Cuando estudies nuestra historia lo vas a ver«. Así fue.
El miedo es, en efecto un ingrediente de nuestra historia, derivado de la conquista y reforzado por las tiranías que vinieron después; es la tragedia de las tiranías que vinieron con los Monagas y después de ellos, con interrupciones por libertades que nunca han durado mucho tiempo.
Sin embargo, después del brillante gobierno de López Contreras y el posterior de Medina Angarita, parecía que Venezuela entraba por el camino que conduce a vivir en verdadera democracia. Es indudable que la desafortunada pérdida de la razón, de quien estaba llamado a ser presidente de nuestro país, el Dr. Diógenes Escalante, determinara, no por su culpa, que de nuevo Venezuela estuviera en manos de otra dictadura más.
Después de los gobiernos de Rómulo Betancourt, todavía no completamente deslastrado de su pensamiento comunista, y de Don Rómulo Gallegos, un nuevo golpe militar encabezado por Delgado Chalbaud, quien poco después fue asesinado y sustituido por un civil, Germán Suárez Flamerich, el cual cedió el paso a Marcos Pérez Jiménez, quien gobernó el país desde el 30 de noviembre de 1952 hasta el 23 de enero de 1958. El gobierno de Pérez Jiménez fue una dictadura, pero no se puede negar el inmenso crecimiento que significó para la Nación en general.
A partir de diciembre de 1958, después de ser designado Presidente de la República. Rómulo Betancourt, ya completamente deslastrado de sus antecedentes comunistas. Gobierno difícil por los diversos intentados de golpe de estado que ocurrieron entonces, incluyendo el intento de asesinarlo urdido por el dictador de la República Dominicana, Rafael Trujillo. Después del mandato de Betancourt fue electo como Presidente el Dr. Raúl Leoni, cuyo gobierno fue muy serio y luego le sucedió en el poder el Dr. Rafael Caldera, eminente venezolano, cuyo reconocimiento pleno se hará hacia el 2050, cuando se entienda su obra.
Después de Caldera y por la infortunada realidad que vivía el nuevo y brillante candidato presidencial, Lorenzo Fernández, subió al poder Carlos Andrés Pérez, desde cuyo gobierno se inició una progresiva y creciente decadencia, evidente en su comparación con los tres gobiernos anteriores. Entusiasmados por un falso crecimiento económico del país, muchos venezolanos se precipitaron en aventuras como viajes de compras, lo que provocó la llamada locura del «tá barato» y una progresiva mayor decadencia de nuestro signo monetario, así como pérdida del prestigio que significaba Venezuela entre las naciones latinoamericanas.
Como colofón de final, en diciembre de 1998, un militar que había participado en el intento de golpe de estado, contra el Presidente Pérez en su segundo mandato, por decidía de la dirigencia política de entonces, permitió que fuera electo Hugo Chávez como presidente. Persona de innegable inteligencia, pero comprometida con los planes políticos de los Castro, gobernantes de Cuba, inició poco a poco un plan de destrucción de la democracia venezolana, para hacer en este país un inaceptable proyecto de un régimen comunista de gobierno.
Fallecido Chávez, el país entró definitivamente en el caos y la anarquía que hoy vivimos. Esta tierra, con razón llamada de Gracia, comenzó a sufrir la etapa más dura de su historia, pese a todos sus antecedentes. Hoy es el reino mundial del crimen, del robo, del oprobio, para vergüenza de un pueblo, en su gran mayoría abierto y generoso.
¡Los tiempos de Dios son perfectos.!
En realidad parece que nadie sabe como ponerse en sintonía con la idea del país que quiere y hasta se pregunta si en realidad todavía tiene país. Lo cierto es que la involución iniciada a partir del 58 se hizo tan imperceptible que nadie se percató de que a la democracia había que vigilarla y cuidarla como a un recién nacido ; pero no, los ganadores llegaron ´´tumbando y capando´´ y de paso, haciéndole la guerra a sus socios comunistas a los que al final los sepultaron en el silencio hasta que por fin simularon rendirse y esperaron su ´´revancha´´ cuarenta y tantos años después. Y ahora los papeles se han invertido : ´´Las gallinas de abajo cagando a las que anoche durmieron arriba´´. ¿ De quién es la culpa sino del sapo que salta y se ensarta ?.
Nos gustaría pensar que se está cerrando un ciclo y que ya comienza a gestarse uno nuevo, pero nuestros sesudos intelectuales afirman que aquí el problema no son los líderes sino que carecemos de ´´planes´´. Lo cierto es que hay caudillos por todos lados y todos quieren mandar, ser jefes. Pareciera lo que es : aquí las ideologías son motivo de una ´´guachafita´´ permanente y que para los actuales gobernantes, todo se trata de hacer lo que han hecho los Castro por mas de 50 años : mandar y ser obedecidos. Y es que hasta esa vaina del capitalismo ya todo el mundo la comienza a cuestionar porque el que está ´´fregado´´ solo ve a una minoría repartiéndose el mundo como si fuese ´´buñuelo cubierto de miel´´. El asunto es que los sometidos a dieta forzada son mas y amenazan con comerse a los menos, y esa si es una idea peligrosa pues a nadie le gusta ser comido.
La verdad es que ese asunto de ser venezolano no es cualquier cosa. Y es que siempre hemos razonado al revés y hemos vivido diferente al resto del mundo. Poca población, mucho petroleo, y si a mi me va bien que los otros se ´´fuñan´´. Al fin y al cabo hemos sido de esos pocos ciudadanos del mundo que estando lejos de la patria hablamos pestes de la misma. Y ahora todo es una llorantina y una quejadera porque ya no somos los reyes de antes sino unos emigrantes pedigüeños que lloramos como mujeres lo que no supimos defender como hombres. Lo cierto es que ahora si va en serio lo de la ´´peladera´´ y que habiendo tocado fondo, ni opositores ni gobierno, tienen algún ´´plan´´ para salir del atolladero. Solo sabemos que nos encanta hablar pendejadas, pero de resolver problemas, nada de nada.
Y de seguir esto así vamos a terminar vendiéndole el país a los chinos y rogándole a Dios que nos adopten como mascotas previo aprendizaje de ese criptograma que llaman el mandarín. ¡ Tan bajo hemos caído !. Pero bueno, peores cosas hemos visto y vivido y todavía nos falta una morena para acabar de entendernos y entender el problemón en el que estamos metidos . Además : hoy es domingo y un poco de humor no le hace daño a nadie y mañana ya será otro día.
¡ FELIZ DOMINGO !.
«el Dr. Rafael Caldera, eminente venezolano, cuyo reconocimiento pleno se hará hacia el 2050, cuando se entienda su obra.»: Debo respetuosamente disentir de esta afirmación, pues Caldera fue poco democrático dentro del partido que fundara -con otros, no sólo él, pero por arrogancia le gustaba que por adulancia o ignorancia le atribuyeran ese relativo mérito- y se dedicó sistemáticamente a CASTRAR cualquier liderazgo que le disputara su candidatura vitalicia. Llegó al colmo de darle la espalda a sus principios y a su partido, cegado por su desmedida e inescrupulosa AMBICIÓN: Su discurso del 4F fue Celestino y demagógico, perseguía lo que finalmente logró, traicionando a COPEI, aglutinar tras de sí las incoherentes simpatías por el carismático golpista, el Pre-Chavismo entonces llamado CHIRIPERO, y le preparó el terreno al Caballo de Troya castrista, dando el toque final con el SOBRESEIMIENTO a LOS GOLPISTAS DEL 92, EN LUGAR DE ESPERAR SIQUIERA QUE HUBIERA SENTENCIA FIRME Y OTORGARLE EL INDULTO, LO QUE LE HABRÍA AHORRADO A VENEZUELA ESTA DEGENERACIÓN QUE YA LLEVA 16 AÑOS DESTRUYÉNDOLA. Espero que en el 2050 tengan todo esto suficientemente claro.
Hay varios gazapos en partes de la redacción: 7º párrafo: «A partir de diciembre de 1958, después de ser designado Presidente de la República. Rómulo Betancourt, ya completamente deslastrado de sus antecedentes comunistas. ¿?Gobierno difícil por los diversos intentados ¿? de golpe de estado» 9º párrafo:por decidía ¿?