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¿Solución política o de fuerza?

Con demasiada frecuencia se escuchano se leen, declaraciones, comentarios e incluso artículos en los que al analizar la situación que vivimos los venezolanos y la necesidad de lograr una solución se presentan como contrapuestas la solución política y la solución de fuerza. La polémica está tan extendida, que pareciera que existen dos soluciones contrapuestas. Quienes sustentan la tesis de la solución política sin uso de la fuerza, hasta se mofan de quienes la rechazan y los incitan a alzarse en armas

Nada más alejado de la realidad. No existe solución política que no esté soportada en el uso de la fuerza. La única vez que en la historia de Venezuela se provocó un cambio político sin uso de la fuerza fue hace 210 años, el 19 de Abril de 1810 gracias a la “espontánea” renuncia de Vicente Emparan con efímero resultado. La guerra se desató desde 1812 hasta el 24 de junio de 1821 cuando se libró la Batalla de Carabobo, que digo hasta el 24 de julio de 1823 cuando se libró la Naval del Lago, más todavía,hasta septiembre de ese año con la rendición de Puerto Cabello al General José Antonio Páez.

¿Acaso estoy invitando o incitando a la guerra? ¿Yo, ya cercano a los 80 años sin haber ni siquiera disparado un solo tiro en toda mi vida? Lejos de mi esa idea. ¿De qué se trata entonces? Algo muy sencillo, todo régimen político se sustenta no solo sobre una estructura jurídica, sino sobre una fuerza que es capaz de imponer “a la fuerza” esa estructura jurídica. Eso es el gobierno.

Hay básicamente tres formas de gobiernoque explicó Aristóteles, hubo muchos otros que también lo explicaron, pero veamos guiados por él cuales son: la monarquía, la aristocracia y la democracia y sus tres antítesis: la tiranía, la oligarquía y la demagogia. Las tres primeras gobiernan en beneficio de todos, las tres últimas en beneficio de los gobernantes. Dos mil doscientos o dos mil trescientos años después de Aristóteles Hannah Arendt descubrió la existencia de una séptima forma: EL TOTALITARISMO. Esta última se distingue de las otras seis, las tres buenas y las tres malas que definió Aristóteles, por su vocación a la perpetuidad. Digo vocación porque somos mortales, si no lo fuéramos ¿allí estaría Hitler? No, porque con la “fuerza” de los ejércitos aliados la humanidad se libró de él. Pero me pregunto entonces y si lo fuéramos, todavía estarían Stalin, Mao, Castro sin mencionar deliberadamente los nombres de otros menores que yacen olvidados ¿Seguirían gobernando? Desde luego la invocación a la fuerza para desalojar a Maduro, no es otra que la misma que acompaña a la legítima defensa. No es un llamado a la guerra como parecen sugerirlo quienes colocan como antitéticas la salida política de la salida por la fuerza. Pero hay algo más. El gobierno de Maduro no puede entregar el poder, porque no es un poder propio, lo controla Cuba y Cuba no lo puede entregar porque es su sustento. ¿Quieren una prueba? Si acaso hiciera falta con todo lo ocurrido en estos 21 años y casi 4 meses, donde Venezuela ha mantenido a los chulos, la gasolina que hoy llega en los barcos iraníes, no porque ellos sean buenos con nosotros, sino porque la pagamos en oro sacado de “las tierras ancestrales de los indígenas”, va en parte para Cuba.

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