Siempre lo han dicho y hecho
Los principales voceros de la hegemonía, con notoria frecuencia, han vociferado que nunca entregarán el poder. Ni por las buenas ni por las malas, insistió uno de ellos en estos días.
Es lo único en que no han mentido. Todo lo demás que han afirmado ha terminado siendo un amasijo de embustes, de engaños, de fraudes; una montaña de mentiras. Una chatarra de descaros.
Pero en este único tema ha sido distinto. Ni siquiera cuando su CNE ha reconocido una mayoría electoral de oposición, han entregado poder alguno. Al contrario, no han dispensado el abuso más craso, para quedarse con el poder real y perseguir, apresar o exiliar a los otros. A veces disimulando ciertas formas, pero sólo aceptan al que les sigue el juego de la hegemonía despótica y depredadora.
Claro que cuando se aproximan unas votaciones, o cuando inventan unos diálogos políticos, no insisten en el tema. En esas ocasiones declaran como si en verdad creyeran en la democracia. Y no pocos, dentro y sobre todo fuera del país, se comen el cuento o, por lo menos, les conceden el beneficio de la duda.
Algunos representantes de la oposición política, desestiman la manifestación oficialista de que nunca entregarán. No sé por qué, si es lo único que han dicho sin mentir, vale decir que han hecho. No entregar poder.
El desafío es tomarse en serio el asunto, sin pretextos ni ilusos considerandos, y lograr que una gran causa cívica supere el continuismo y le abra caminos a un futuro de reconstrucción nacional.