Sic semper tyrannis
En latín, sic semper tyrannis quiere decir “así siempre a los tiranos” y, a través de la historia, se ha utilizado para aludir que les llega la muerte a los tiranos.
Se dice que esas palabras las pronunció Bruto cuando asesinó a Julio César. Cuando John Wilkes Booth le disparó a matar al presidente Abraham Lincoln cuentan que pronunció las mismas palabras.
Podría decirse que Julio César fue asesinado porque se nombró dictador perpetuo y eso, para muchos, lo convertía en un tirano. En el caso de Lincoln, ciertamente no era dictador ni mucho menos tirano, pero para mentes como las de John Wilkes Booth, así como para otros que en la actualidad piensan que a quienes creen en la democracia y la practican, se les puede asesinar considerándolos tiranos.
Narran que en Ecuador, en 1875, el presidente Gabriel García Moreno fue muerto a tiros y prácticamente descuartizado por un grupo que alegó que así siempre mueren los tiranos.
Hay tiranos que fallecen de muerte natural, que no son asesinados sino que, como sucede con todos los seres humanos les llega sirmpre la muerte. Pero a esos tiranos, antes de emitir su último suspiro, ya les había llegado una muerte psicológica, al darse cuenta de la muerte paulatina de sus ideas totalitarias, dictatoriales e incluso tiránicas. Se pensaban inmortales en la creencia de que sus ideas nunca perecerían, pero sin duda los atormentaba saber que esas ideas y sus doctrinas nunca iban a triunfar en un mundo que lo que quiere es democracia, libertad y justicia. Entre ellos podemos citar a Hugo Chávez y, ahora a Fidel Castro. Quien es cristiano no puede alegrarse por la muerte de un ser humano pero si puede darse cuenta de que así siempre les llega la muerte a los tiranos.
Distinguido señor, a Hugo Chávez lo eligieron los venezolannos y dicen que lo mató un traidor con una pequeña dosis radioactiva que no deja huellas. Fidel Castro derrocó a un tirano espantoso.