Se estrecha el cerco político y judicial alrededor del narco-Estado venezolano
Ayer estuve dedicado a escribir lo que pomposamente denomino mis Memorias (ya ando por el 2003) . Había decidido olvidarme del día a día venezolano porque no me parecía que la situación aparentaba resolverse. Maduro parecía estar alegremente en Arabia Saudita, aunque fuera a dar un pésame. La marcha de la MUD casi había pasado por debajo de la mesa. A Pastrana lo habían ultrajado en Ramo Verde sin que hubiera más protestas en el momento que las de María Corina y los familiares de Leopoldo. ¿Dios mío, me dije, es que ya el país está totalmente de rodillas frente a la pandilla?
Hoy, súbitamente, todo parece haber cambiado. Y el impulso para este cambio que parece estrechar la soga alrededor del pescuezo del régimen, viene de los Estados Unidos y de algunos gobiernos de América Latina, además de sucesos no directamente relacionados en Argentina y Brasil.
Por los últimos meses o hasta años el gobierno de los Estados Unidos había adoptado una actitud de esperar y observar en su relación con el régimen venezolano. Con excepción del Senado estadounidense nadie parecía estar interesado en iniciativa alguna en relación con Venezuela. Y, de repente, Obama firmó las sanciones en contra de un grupo de pandilleros del régimen, acto de indudable poder simbólico, puesto que mostraba la disposición del poder ejecutivo estadounidense de actuar en contra del régimen venezolano (no, como alega el régimen en contra, sino a favor de la nación Venezolana).
Hoy veo tres noticias que cambian significativamente el ritmo de la relación entre USA y Venezuela y, quizás, entre los gobiernos de América Latina y Venezuela. Dos de ellas vienen de USA: una, la reunión energética que se celebra en Washington entre USA y los países del Caribe, en la cual el vicepresidente Biden ha dicho algunas cosas sumamente importantes desde el punto de vista estratégico. Ha dicho Biden, ver: http://www.analisislibre.org/biden-al-caribe-aprovechen-la-oportunidad-3/ , “Ustedes, países del Caribe, tienen una oportunidad (…) de cambiar a una matriz energética que es más resiliente, más sustentable, más limpia, más barata que la que han tenido nunca… aprovechar la riqueza natural de sus países para encontrar y potencias sus economías y ahorrar dinero a sus pueblos, liberar los presupuestos de sus gobiernos sin el peso de fuentes poco seguras de energía y expandir las posibilidades de los ciudadanos del Caribe [en el futuro]”. Biden dijo esto a representantes gubernamentales de Jamaica, Bahamas, República Dominicana, Puerto Rico y Trinidad y Tobago y otros países caribeños que acudieron a la reunión. Y agregó “No estamos aquí para reemplazar un fallido esquema económico por otro. EE.UU. y la comunidad internacional (…) estará involucrada, podemos ayudar, podemos hacerlo menos difícil pero los pasos necesarios pueden dar un salto cuántico a la seguridad energética”. Ver también video con las palabras de Biden, cortesía de www.petroleumworld.com :
http://www.petroleumworld.com/storyt15012701.htm
Biden ha expresado, finalmente, lo que muchos de quienes estamos en el sector energético pensábamos que USA debía decir y hacer: tomar la iniciativa para promover un programa de energía renovable en el Caribe, región que se presta para el desarrollo de la energía eólica, la energía solar y hasta biocombustibles, a fin de terminar con la trágica relación de dependencia que mantiene a esos países bajo el yugo ideológico de la pandilla chavista. Ese cambio de rumbo también favorecería a los venezolanos, quienes ven como mucho del petróleo producido va al Caribe por razones políticas, en condiciones altamente lesivas para la nación.
La segunda noticia es de impacto más rápido que la primera. Se trata de la fuga hacia USA de Leamsy Salazar, un asistente de Diosdado Cabello, el tenebroso y vulgar Fulgencio Batista/Manuel Noriega venezolano, ver: https://snt146.mail.live.com/?tid=cm4temaSGm5BGAIQAeC8wHzg2&fid=flinbox :
La preparación de una acusación formal contra Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y número dos del chavismo, se ha acelerado en la Fiscalía federal estadounidense con la llegada ayer a Washington, como testigo protegido, de Leamsy Salazar, quien hasta su salida de Caracas en diciembre era el jefe de seguridad de Cabello. Miembro de la Casa Militar, encargada de la custodia presidencial, Salazar fue durante casi diez años jefe de seguridad y asistente personal de Hugo Chávez. Tras su muerte, sus servicios fueron requeridos por el presidente de la Asamblea Nacional, para quien también ejercía de ayudante personal. Salazar es el militar en activo de mayor rango (capitán de corbeta, equiparable a comandante) que rompe con el chavismo para acusar formalmente en Estados Unidos de prácticas delictivas a las altas jerarquías del país, en especial la relacionada con el tráfico de droga.
Esta es una noticia bomba pues se trata del funcionario de mayor relevancia que abandona las filas del narco-estado para hacerse parte de la denuncia en contra de Diosdado Cabello. El Sr. Salazar dice que Diosdado cabello es el capo del tráfico de drogas en Venezuela, algo que se rumoraba con insistencia por mucho tiempo pero que ahora parece adquirir visos de mayor veracidad. Como en el caso de Noriega, delatado por su amigo de juventud, César Rodríguez, Cabello ha sido delatado por uno de sus íntimos colaboradores. No es descartable que, una vez, que se haya probado judicialmente la naturaleza criminal de Cabello, le suceda algo parecido a lo que le sucedió a Noriega., es decir, que sea capturado por la justicia internacional.
En paralelo a estas dos noticias, el atropello del cual fueron objeto los tres expresidentes latinoamericanos quienes fueron a Venezuela y trataron de visitar a Leopoldo López en su celda de preso de Maduro, finalmente ha tocado algunas fibras de dignidad entre el liderazgo político latinoamericano. Desde Colombia, Chile y México se oyen voces oficiales de protesta en contra de ese atropello. Este grave incidente podría terminar con el celestinaje abierto que lleva a cabo UNASUR a favor del régimen venezolano.
Otras circunstancias relacionadas con esta nueva relación entre el hemisferio y Venezuela incluyen, uno, el desplome de Cristina Fernández en Argentina, debido a las acusaciones en su contra y a la muerte del fiscal quien elaboró la acusación y dos, el divorcio progresivo de la Cuba de Castro del régimen venezolano y su acercamiento, casi podría hablarse de una rendición incondicional, a los Estados Unidos. Si a ello se le agrega la debilidad política de Dilma Roussef en Brasil debido al pavoroso escándalo de Petrobras, que la ha involucrado directamente, parece innegable que el régimen venezolano está en jaque perpetuo, a punto de inclinar las dos reinas (Maduro y Cabello).
La oposición venezolana debe aprovechar esta oportunidad para vigorizar sus actos de protesta en contra del régimen. Estamos en una situación muy similar a la de los primeros días de enero de 1958. El impacto de la fuga del asistente de Cabello a los Estados Unidos es equivalente a la acción de Hugo Trejo en los primeros días de Enero 1958, en su capacidad de debilitar al régimen.