¿Se busca un conflicto?
Carlos Canache Mata
El lamentable espectáculo que Nicolás Maduro protagoniza con motivo de la VIII Cumbre de las Américas, a realizarse los días 13 y 14 de abril en Lima, avergüenza a los venezolanos. Fundamentándose en la Declaración de Quebec del año 2001, que a la letra dice “cualquier alteración o ruptura inconstitucional del orden democrático en un Estado del Hemisferio constituye un obstáculo insuperable para la participación del Gobierno de dicho Estado en el proceso de Cumbre de las Américas”, el Gobierno del Perú retiró la invitación al ilegítimo presidente venezolano, y el Grupo de Lima (12 países latinoamericanos, a los que se sumaron Canadá y EEUU, los que en total representan el 90% de la población americana) emitió el 13 de este mes un comunicado en el que respetan y apoyan la decisión peruana de reconsiderar la participación del gobierno de Venezuela en la citada Cumbre.
La reacción de Maduro, por incalificable, no tiene nombre. Ha manifestado que irá a la Cumbre de Lima “llueve, truene o relampaguee, por aire, tierra o mar llegaré con la verdad de Venezuela”. El Gobierno del Perú respondió afirmando que “tomaremos la decisión que tengamos que tomar si eso sucede” y que “el presidente de Venezuela no podrá entrar ni tampoco sobrevolar el espacio aéreo peruano si pretende asistir a la Octava Cumbre de las Américas”. Adicionalmente, Maduro mintió cuando dijo que el miércoles 14 de este mes de febrero a las 4, le faltó mencionar los segundos, de la tarde, recibió la carta de invitación del presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski, ya que, en realidad, la única carta de invitación para la Cumbre que se le dirigió es de fecha 11 de noviembre de 2017 (se ha publicado el fotostato), cuando todavía no se habían iniciado las negociaciones que fracasaron en busca de solución a la crisis venezolana y, lo que es muy importante, no se había convocado la elección presidencial anticipada para el 22 de abril, y sin condiciones de transparencia, a ocho meses de del vencimiento del período constitucional. Es grave que quien funge de presidente de la república mienta descaradamente.
La crisis política y humanitaria que vivimos, ahora con más razón, es un tema que será ventilado en la Cumbre de las Américas, especialmente el adelanto de la elección presidencial, sin garantías y sin observación internacional imparcial. Seguramente saldrá un pronunciamiento que se sumará a los ya numerosos de otras organizaciones de la comunidad internacional, que cada día se alarma más por el secuestro de la democracia y la violación de los derechos humanos en Venezuela.
Ojalá que la amenaza de Maduro de ir a Lima en abril para participar en la Cumbre de las Américas sea solo una más de las tantas bravuconadas a que nos tiene acostumbrados. Si intenta ir ¿qué conflicto, y con qué fin, busca crear?.