¿Se aprende de los errores?
Leyendo un artículo del diario Süddeutsche Zeitung, de Múnich, titulado: Aus Fehlern lernt man. Nicht (Aprende uno de los errores. Nada) en el que se dice que psicólogos afirman que no se aprende de los errores. Como me interesaba mucho el tema, quise leer el artículo completo pero no pude porque está reservado a quienes están abonados al diario. Sin embargo, me puse a investigar si era correcto o no que se aprendiera de los errores.
En un artículo publicado en Internet titulado: No se aprende de nuestros errores, se dice:
En verdad, es el cerebro el que no aprende de nuestros errores; aprende mucho mejor de nuestros éxitos. Es lo que parece haber demostrado un estudio americano realizado sobre monos (julio 2009). En efecto, según dicho estudio, el cerebro aprende mucho mejor cuando uno ha logrado hacer algo. El éxito tiene una influencia mucho más fuerte sobre el cerebro que el fracaso.
En efecto, en la vida real, son muchos los errores que uno comete y, a sabiendas de que nos hacen daño, los seguimos cometiendo. Cito algunos ejemplos: quienes tienen una adicción, ya sea al alcohol o a las drogas saben que su consumo daña su salud, a veces irreversiblemente, pero no aprenden de su error y siguen consumiendo. Quien no respeta la luz roja del semáforo y por ello le ponen una multa o incluso choca con otro vehículo, no aprende de su error y sigue irrespetando la señal, porque “todos la irrespetan”.
En materia política son muchos los errores que se cometen pero de los cuales parece que nada se aprende. Es así que, en Venezuela, se supo que la desunión de la oposición era un error, pero se ha visto, como ahora para muchos, nada se ha aprendido y siguen induciendo la desunión, por ambiciones personales.
Grupos pequeños pero resentidos y ambiciosos cometen el error de atacar a Guaidó, cometiendo la equivocación de poner en peligro el resurgimiento de la democracia, pero nada aprenden y siguen cometiendo ese error/
Volviendo a lo que dice el artículo antes mencionado, podemos referirnos al caso del triunfo de la oposición en las elecciones parlamentarias del 2015, en las que se obtuvieron las dos terceras partes de las curules. Nuestros cerebros han aprendido mucho más de ese éxito que de los errores pasados.
Maduro es uno que no ha aprendido de sus errores, esos que son la causa de su pronto desalojo del poder pero, sin embargo, los sigue cometiendo. Son errores sus decisiones en materia económica que han llevado a que la inflación en Venezuela sea la más alta del mundo, pero nada ha aprendido y las medidas que toman hace que la inflación aumente.
