Sanciones y elecciones libres
Consiste en una propuesta, a manera de hallar una salida a la crisis sociopolítica que nos agobia, como una alternativa viable que ha expuesto el embajador de EEUU en Venezuela, excmo señor James Story, quien manifiesta su disposición, clara y pertinente, a «evaluar el levantamiento de las sanciones, vigentes desde 2017, en contra de Venezuela, siempre que exista un acuerdo para un cronograma de elecciones justas, libres y verificables”, acción que desde un pasado, no olvidable, EEUU busca propiciar para la nación venezolana en virtud del proceso político tan descabellado del que es víctima, asunto sobre el cual siempre nuestro cliente tradicional y más inmediato viene insistiendo a objeto de lograr la restitución de la democracia venezolana, incierta desde el fatídico madrugonazo de aquel martes 4/2/92, cuando rasgándose vestiduras un grupo de oficiales de nuestras FFAANN bajo el influjo de un castrocomunismo decrépito insurgió mediante una seudorrevolución ante una televidencia atónita y desprevenida de lo que le aguardaba una vez instaurada la tal revolución, accidente político en la vida institucional de Venezuela, que la llevó al borde de un voladero junto con las esperanzas y aspiraciones de un pueblo hoy por hoy más desconcertado que nunca por la fanfarronería de sus líderes, quienes pretenden endilgar, ahora, toda su irresponsabilidad y torpezas sobre otros; hechos que nos han llevado a una debacle inobjetable por sus evidencias de características poco reversibles en un corto plazo debido a la gravedad de sus daños, visibles por la miseria que nos rodea: insalubridad, hiperinflación y subnutrición, entre tantos, ante la actitud impasible del régimen que se limita al cacareo y sobredimensión de lo muy poco que hace.
