¿Saben cómo arreglar a Venezuela?
La Venezuela de hoy se ha convertido en un país proporcionalmente inverso a sus potencialidades, es decir, vivimos como sí aquí no existiesen ningún tipo de riquezas, como sí no existiesen todos los minerales de alta cuantía que poseemos a borbotones, ni las bellezas naturales y, lo que es mucho peor, como sí no existiesen venezolanos capaces, trabajadores, creativos. La Venezuela del 2015 es una nación que depende 100% de la administración de un gobierno central, con afanoso acento paternalista, clientelar, decisor hasta de lo que usted debe comer, patrón gubernamental que no ha dado resultados favorables a lo largo de la historia de la humanidad.
La gran pregunta ¿Sabe usted cómo arreglar a Venezuela? Pues estimado lector, permítame decirle que este país de bondades en desuso tiene las riquezas naturales que hacen falta y muchísimo más, la ubicación geográfica ideal, el tamaño perfecto y una población cuya principal característica es la inventiva, la creatividad, el ingenio, pero muy lamentablemente lo único que no ha tenido a lo largo de su historia es voluntad política para realizar las transformaciones verdaderamente importantes, las que generarían una Venezuela integralmente próspera, esa voluntad se debe traducir en “confianza”, que la diligencia política del país confíe en los venezolanos y apueste al desarrollo nacional con manos venezolanas y no con la maldición de las importaciones que nos ha hecho el peor de los daños posibles, truncando nuestro desarrollo país, además de significar históricamente un foco infestado de todo tipo de corrupción.
Siendo así, traemos acotación el último párrafo del Artículo 3 de nuestra constitución “La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines” no creemos en panaceas mágicas, pero justamente la educación y el trabajo son los pilares fundamentales, irremplazables y axiomáticos que pueden proporcionar bienestar a un país, entiéndase bien ¡No hay otro camino! Imagínense sí en vez de haber importado en los últimos 20 ó 30 años todo lo que se ha traído desde otras naciones y se hubiesen invertido esos recursos (ya perdidos) en educación, misma que hubiese generado ciencia y tecnología venezolana, sencillamente hoy tendríamos computadoras, celulares, autos, camiones trenes y aviones que en vez de decir “Made in China” o “Made in Rusia” dijeran con orgullo “Hecho en Venezuela”, lo propio con las incuantificables cantidades de alimentos que se han importado innaturalmente, por cuanto Venezuela cuenta aproximadamente con 40% de suelos fértiles, imagínense la cantidad de empleos que se hubiesen generado, lo barato que resultaría la comida, los autos, las casas, todo en líneas generales, sin mencionar las riquezas que le generaría al Estado, recursos que se reinvertirían en más educación, salud, infraestructura, entre un mar infinito de cosas que hoy carecemos.
Así pues, a Venezuela lo único que le hace falta es que sus gobernantes confíen en los venezolanos y no en trabajadores ni productores de otros países.
@leandrotango