Rusia, Guyana y Venezuela
La vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso M.V. Zacharova denunció que, en una base militar británica en Guyana, se están entrenando ciudadanos venezolanos para acometer acciones de sabotaje y terrorismo en contra del régimen de Nicolás Maduro. La Canciller guyanesa Karen Cummings declaró que la denuncia rusa es absolutamente falsa y exige un inmediato retiro de la infundada declaración. También el Foreign Office británico desmiente a la vocera rusa y subraya además que no existe ninguna base militar británica en Guyana. Sorprende la falta de escrúpulos rusa para utilizar noticias falsas y hasta ridículas, para lectores informados, en función de su interés geopolítico de apoyar al régimen de Maduro.
Los intereses de China y Turquía en Venezuela son básicamente económico- comerciales. Lo demuestra ampliamente el anunciado cierre de las cuentas del Banco Central de Venezuela por parte del mayor banco turco, el Ziirat Bank, así como la suspensión de compras de petróleo venezolano por parte de la compañía China National Petroleum Company. Ambas decisiones son producto de las más recientes sanciones norteamericanas. El apoyo cubano es relevante para el control interno, particularmente en la Fuerza Armada, por el sistema de los comisarios políticos. Pero económica y financieramente es Cuba que depende de Venezuela. El apoyo de Irán es básicamente simbólico. Por tanto, en apariencia, el apoyo ruso a Maduro es el soporte internacional más relevante para el mantenimiento del régimen. Rusia ya no es la Unión Soviética, la superpotencia de 320 millones, que fue capaz de subsidiar financieramente a Cuba por más de tres décadas con cinco millardos de dólares anuales, además de comprar su azúcar a precios de favor y financiarle todos los gastos militares. Rusia es actualmente un país de 147 millones de habitantes con una economía inferior a la de Italia y apenas superior a la de España. Rusia no tiene la capacidad económica de subsidiar al régimen madurista, ni la capacidad militar de enfrentar a los EEUU, particularmente en el hemisferio occidental. Sin embargo, es la Rusia de Putin que ha logrado mantener en el poder a Assad en Siria. ¿Podría hacerlo en Venezuela? Siria es el más antiguo aliado de Rusia en el Medio Oriente, desde la época de la Unión Soviética y la Guerra Fría, en efecto desde 1971 en el puerto sirio de Tartús está la más importante base naval rusa fuera de Rusia y la única en el Mediterráneo. Además para EEUU era muy cuesta arriba apoyar plenamente la oposición siria a Assad, integrada, básicamente por grupos sunitas en buena parte enfrentados entre sí, entre los cuales había algunos ligados al ISIS y Al Qaeda. El éxito de Putin en Siria podría convertirse irónicamente en uno de los factores fundamentales de la caída del régimen de Maduro. En efecto, para los EEUU permitir que Putin logre también mantener en el poder a Maduro en un país del hemisferio occidental, después de las declaraciones de todo el gobierno Trump al respecto, significaría una pérdida de credibilidad, prestigio e imagen y sobretodo una derrota geopolítica difícilmente aceptable para EEUU en su hemisferio. Es interesante subrayar que en relación a Venezuela la posición del gobierno tiene un apoyo bipartidista en el Congreso, pero es relevante también notar que parece haber, con sus diferencias y por diversos motivos, un acuerdo sobre la conveniencia de un cambio de régimen en Venezuela, entre las diferentes escuelas de relaciones internacionales norteamericanas, incluyendo a neo conservadores como Robert Kagan, Elliott Abrams e Irving Kristol, liberales como Joe Nye, John Ikenberry y Margareth Albright y realistas como Stephen Walt y John Mearsheimer. Si a esto le agregamos la importancia clave del estado de Florida en las elecciones del 2020, es posible entender la reciente frase de Elliott Abrams:” En un año estaremos haciendo la autopsia al régimen de Maduro.”
@sadiocaracas