Roscio, jurista católico
El 210mo. Aniversario de la Declaración de Independencia es una efeméride propicia para enaltecer la figura señera de Juan Germán Roscio, redactor, junto con Francisco Isnardi, del histórico documento. En diciembre de aquel año de 1811, el prócer civil de San Francisco de Tiznados redactaría, junto con el insigne abogado, Dr. Cristóbal Mendoza, la primera Constitución de la República de Venezuela, inspirada en los ideales democráticos de la Revolución Americana y la Revolución Francesa.
El Padre Luis Ugalde, sj, ha querido restablecer la trascendencia del hijo del inmigrante italiano de Milán, Cristóbal Roscio, y de la venezolana, Paula Nieves, para situarlo en el primer elenco de los forjadores civiles de la República, en su libro El Pensamiento político-religioso de Juan Germán Roscio, con introducción de Don Pedro Grases y prólogo del entonces Monseñor Baltasar Porras, nuestro eximio Cardenal.
Durante su exilio en Filadelfia en 1817, Juan Germán Roscio fue el autor del influyente manifiesto El triunfo de la Libertad sobre el Despotismo. El jurista republicano fue, junto con José Félix Sosa, diputado del pueblo ante el Cabildo de Caracas, el 19 de abril de 1810.
Doctor en Derecho Canónigo y Civil de la Universidad de Caracas y defensor de los mestizos y esclavos, Roscio fue un católico practicante que arguyó con lucidez que la independencia hispanoamericana era un derecho de los americanos, paladinamente compatible con la doctrina de Dios y la Iglesia de Roma, desmontando la prédica de los realistas de que emanciparse del Imperio Español era un pecado mortal por virtud de que el Rey de España era soberano por derecho divino.
Nuestro aguerrido estadista fue diputado por Calabozo al Congreso Constituyente de Venezuela (1811) y secretario de Relaciones Exteriores de la Primera República. Después de su prisión y exilio, Simón Bolívar le convocó desde Los Cayos, Haití. Retornó al país en 1818, se reincorporó a la causa republicana y fue de nuevo diputado ante el Congreso de Angostura en 1819. Fue columnista permanente y fundador del Correo del Orinoco. El Libertador le nombró vicepresidente del Departamento de Venezuela y después vicepresidente ad interim de Colombia. Se dirigió a Cúcuta para presidir la redacción de la Constitución de Colombia (La Grande); pero murió el 21 de abril de 1821.
Sobre él sentenció Bolívar: “es un Catón prematuro en una república en que no hay leyes ni costumbres romanas.”
@lxgrisanti