Relaciones con España, en vilo
Otra actitud recurrente de exabrupto o revés diplomático, contra España, desvarío o aberración, a lo cual su canciller ha revirado con demanda de respeto hacia la nación española o Reino de España, por el desafuero del régimen chavista, resentido y molesto, por los tantos reclamos u objeciones que le han hecho por la muestra de actas que validen su reeleción, además de las consideraciones ofrecidas al candidato opositor, como ganador virtual de las elecciones llevadas a cabo el 28-J.
En efecto, como la AN insta al Ejecutivo al cese de relaciones, el régimen se ha referido a una monarquía corrupta e inadecuada al pueblo español, de la cual debe deslastrarse puesto que la ministra española de Defensa ha tachado de dictadura al régimen ácrata de Nicolás Maduro.
Tal quiebre conllevaría particularmente, efectos adversos sobre gestiones consulares, economía y vuelos comerciales, así como sobre tantísimos venezolanos de origen ibérico, perceptores de dietas desde el Reino.
Quizá absurdamente, los miembros de la comisión de Política Exterior de la AN eludieron servilmente, que habían asentido las operaciones de exploración y producción energética de Repsol, a través de una empresa mixta denominada Roraima S. A., con un 51 por ciento venezolano de participación y un 49 de la española Repsol en un plan de negocio que prevé una inversión cercana a unos US$12760 millones.
Aparte de las relaciones comerciales existen nexos atávicos producto de la Conquista, que generaron diferentes grupos humanos con sus características raciales heredadas de la unión lícita entre parejas, cuya progenie conforma a la sociedad venezolana actual, de nexos exclusivos con la península ibérica; reforzados, hoy día, por la cantidad de venezolanos, así como de naturales de otras naciones que a causa del genocidio chavista han tenido que migrar hacia dicha nación.