Prudencia y final del túnel
En Caracas he recibido noticias importantes y alentadoras sobre las negociaciones que se hacen en la República Dominicana entre la oposición democrática y la dictadura. Lo primero es que la presión internacional no solamente sigue, sino que se ha acentuado hasta obligar de verdad al régimen a tomar el asunto en serio. Sobre todo porque tanto Rusia como China han enviado señales claras de que no están en plan de quebrar lanzas por el gobierno, y que a cambio de muy pocas concesiones aceptarían que la oposición democrática logre imponerse en su tarea de recuperar la democracia. Solamente quedaría el obstáculo del gobierno cubano, que a la corta o a la larga tendrá que ceder, sobre todo si Raúl Castro no puede imponer su proyecto borbónico e imperial de dejar como su sucesor a su hijo. Lo segundo es que la presión interna, sobre todo por la hiperinflación y el hambre, hace que el régimen esté atacado por los dos flancos, y que varios de sus cómplices internos estén dispuestos a darle la espalda si les ofrecen algún sendero por el que puedan escaparse de un destino que los asusta. A esas dos presiones,se suma la realidad de las sanciones, que poco a poco los ahogan y hacen casi imposible que puedan seguir comprando conciencias y sobornando gente. Por ese conjunto de factores no les va quedando otro camino que aceptar la realidad y dejar que las cosas pasen, siempre y cuando puedan dar la apariencia de que salvaron algo de cara, aún cuando solo sea una apariencia. Y un último factor muy importante es que la, delegación del régimen ha resultado mucho menos sólida y profesional que la de la oposición, y cuando los chavistas van a cenar opíparamente con whisky y champaña, los demócratas se quedan en el sitio con unos sándwichs y unos refrescos trabajando hasta la madrugada. En definitiva, sé que en algo tan delicado como el CNE ya está claro que va a quedar formado por dos gobierneros, dos opositores y un quinto aceptado por ambas partes, lo que va a garantizar elecciones bien llevadas, sin fraudes ni trampas. Y en cuanto a la falsa Asamblea Nacional Constituyente, va a quedar limitada a proponer una nueva Constitución que será sometida a un Referéndum con el nuevo CNE, lo que,hace muy difícil que sea aprobada por un pueblo que ya se ha dado cuenta de lo que es el chavismo. Sólo quedaría por resolver lo del «canal humanitario», y es muy difícil que prefieran seguir con sus negocios sucios a costillas del pueblo a permitir que entren al país medicinas y alimentos con lo que se quitarían de encima uno de los factores que hacen más fuerte la presión interna. Ahora más que nunca se impone la prudencia de los periodistas y los opinadores, tanto los tradicionales como los de las redes sociales, para no estorbar ni molestar a los que ya han demostrado que saben lo que hacen. Hay luz al final del túnel, y nadie debe atravesarse en el camino que falta por recorrer. Otra cosa sería asesinato y suicidio a la vez.