Propiedad bloqueada
Impertinentes y desproporcionadas, sobremanera, las calificaciones de “terrorismo, guerra económica y/o crimen de lesa humanidad” ante cualesquiera de las acciones que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), organismo de control dependiente del Departamento del Tesoro de los EEUU acuerde contra empresas o corporaciones que apoyen, mediante prestación de servicios al régimen tiránico, oprobioso e ilegítimo de NMM, visto así, por la comunidad mundial en virtud del fraude electoral consumado para llegar a la presidencia de la República a lo que se a;sde la violación flagrante de los DDHH a cuenta de imposición del modelo socialista que nos ha inducido a un acabóse económico sin precedente histórico en los pueblos del mundo, ostensible a través de unos siete millones de refugiados y migrantes, según la OIM, por el flagelo de un régimen opresor y responsable, además, por la ruina de la industria petrolera, colapso de servicios públicos y patrocinio del narcoterrorismo y aliado de Irán, situaciones que han originado desequilibrios conjugados, ahora, con la pandemia del coronavirus y las secuelas que se auguran, ya obvias, y conformar un estado de confusión en medio de penurias críticas que alguna otra comunidad jamás toleraría, ante el caradurismo y regodeo con el que asume el momento a través de un confinamiento como instrumento de represión y de cacareo por lo poco que hace (hipocresía sanitaria); en el caso que nos ocupa, la sanción a unas cuatro navieras por ayudarle a transportar crudo desde febrero del año en curso. En consecuencia, no tienen acceso al sistema financiero estadounidense, primordial para actuar. Hecho que mal podríamos tipificar como delito de lesa humanidad, pues trátase de la búsqueda de libertad y prosperidad para un pueblo, oprimido y depauperado, que, aún noble y trabajador, sobrevive ante las tropelías y desmanes del Ejecutivo, tales como el aumento del precio de la gasolina, inconsulto y descabellado, con miras a paliar una problemática de complejidad extraordinaria a considerarse desde diversas variables, como por ejemplo: salarios, costo de repuestos, accesorios, seguros, condiciones de vías públicas, además de las contingencias a las que vivimos expuestos.