¿Predominará el Islam?
Ha llegado, no a mis manos sino a mi computadora, bajo la forma de un artículo contentivo de un juicio político sobre lo que nos depara el futuro próximo, un vaticinio sobre ese futuro que estaría tan cerca de nosotros como un abrir y cerrar de ojos. Se nos dice que por haberse desplomado los EEUU que ya no son la primera potencia, como le sucedió al imperio romano, o antes al imperio persa ante la arremetida de Alejandro Magno, y después de lo efímero del imperio otomano, al español en el siglo XIX o al inglés en el XX, será sustituido no por China que hoy es la segunda economía del mundo, sino por el Islam que es la religión más esparcida en la tierra.
Sobre este tema ya había leído antes de Arturo Pérez-Reverte un análisis parecido pero circunscrito a Europa, cuya situación actual él la asemeja justamente a la que precedió a la desintegración del imperio romano, llamémosle de occidente, sin la presencia del Islam, aunque Pérez-Reverte apunta en su análisis hacia la islamización de Europa.
¿Qué significa la sustitución de los Estados Unidos como primera potencia? sea por la China que por su dimensión, población y el inmenso desarrollo económico en los últimos 40 años se ha colocado como la segunda economía del mundo por encima de la Comunidad Económica Europea; o por el Islam,a pesar de su enfrentamiento interno entre sunitas y chiitas, pero esparcido no solo en el Medio Oriente donde nació y la costa norte del África fruto de la primera intifada , sino también en el África subsahariana, el Oriente propiamente dicho, aunque no el Lejano Oriente y por supuesto tanto en la América angloparlante, como en Iberoamérica (hispánica o lusa).
Los Estados Unidos son la cúspide de la civilización occidental, vale decir de Europa y América, que también se identifica como judeo-cristiana; y cuyas características después de mucho andar, pelear y trajinar, a pesar de las inconsistencias que se viven en cada uno de los países que la conforman, son hoy: 1) igualdad de derechos para el hombre y la mujer, 2) separación de la religión y el estado, 3) separación y autonomía de los poderes públicos fundamentales ejecutivo, legislativo y judicial, 4) participación política del ciudadano y libertad para hacer cuanto no esté prohibido; y sujeción de la autoridad para hacer únicamente lo que la ley le permite u ordena. Sé, desde luego, que lo resumido en estos cuatro puntos deja bastante que desear como definición de una civilización que se nutre de dos milenios de existencia después de Cristo y otro tanto antes, desde la partida de Abraham de Caldea con su mujer Sara y su sobrino Lot. (continuará).
El islàm puede dominar en occidente sòlo acabando con los occidentales.
Muy raro que un cristiano se convierta a una pseudo religiòn que sòlo es fanatismo y obediencia ciega, peor que el catolicismo en la edad media en Europa.
Bueno: mi Dios està en cualquier lugar, y puedo orar y pedir algo a Èl en mi cuarto, en mi comedor, en mi patio, a cualquier hora.
No necesito estar en ese lugar, a esa hora, junto a cientos màs, sin zapatos y trasero arriba, en la aromàtica neblina consecuente, porque ese dios marca la tarjeta de trabajo, abre la taquilla y escucha esas ovejas todas juntas, luego cierra la taquilla, marca la tarjeta y se olvida del trabajo.
Una religiòn que promete 72 vìrgenes en el paraìso ya afirma entonces que el paraìso es sòlo para hombres, o sea para las mujères no hay nada.
Muy clara la carta de Wilders, polìtico holandès:
***¿El fin de Europa?
Geert Wilders
Miércoles, 8 de septiembre de 2010 – analitica
No se deje usted engañar cuando alguien pretenda decirle que el Islam es una religión. Claro que tienen un dios y un más allá, además de tener 72 vírgenes pero, en lo esencial, el Islam es una ideología política. Es un sistema que establece normas detalladas para la sociedad y la vida de cada persona. El Islam pretende dictaminar respecto a cada uno de los aspectos de la vida. Islam significa ‘sumisión’ y el Islam no es compatible con la libertad ni la democracia porque lo que pretende imponer es la ley sharía.
Si desea usted comparar el Islam con algo, compárelo con el comunismo o el nacional socialismo, que son todas ellas ideologías totalitarias.
Ahora entenderá usted por qué Winston Churchill llamó al Islam ‘la fuerza más retrógrada en el mundo’ y por qué comparó Mein Kampf con el Corán.
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