Precio de la Carne en Venezuela: ¿Simple regla de reparto del valor del producto?
Los Hechos:
El presidente de la Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Venezuela (Confagan), José Agustín Campos, habría expresado que la carne en pie se vende en la finca a US$ 1,60 o US$ 1,70 por kilo, “pero ves la carne en Caracas o en las grandes ciudades (del país) a precios exóticos”.
El directivo gremial habría asegurado que “el sector de las grandes cadenas de comercialización asociadas fundamentalmente en ANSA, mantiene sus mandíbulas siempre abiertas buscando ganancias. No hemos hablado con ellos, pero le voy a solicitar una reunión al presidente de ANSA para plantear esta gran disparidad (de precios)”. Asimismo, habría afirmado en Televen que “esos precios especulativos no se dan en el sector ganadero, pero sí se dan en el sector de las grandes cadenas de comercialización, de los grandes supermercados”.
Finalmente, el directivo precisaría que el consumo de carne por persona al año en el país está rozando los 14 kilos.
Breve Análisis:
Primero, destacaría el hecho que, a lo largo de los últimos años, se habría producido cierta recuperación en el consumo de carne vacuna en Venezuela, de acuerdo a la evolución del indicador del consumo promedio en kilos año por persona. Aun cuando existen distintas fuentes y valores respecto a dicho indicador, algunos aseguran que el consumo promedio habría pasado de unos 4 Kg-6 Kg en los años 2019-2020 a unos 12 Kg-14 Kg en 2024.
En este sentido, a lo largo del último lustro se habría evidenciado una “recuperación”, aun cuando debe considerarse que el año 2019 fue uno de los más negativos de la crisis económica venezolana. Sin embargo, nos encontramos en la actualidad lejos de los números mostrados a lo largo del año 2012 cuando se consumían alrededor de 18 Kg-19 Kg persona año de carne de res.
Si consideramos exclusivamente los últimos años podríamos hablar de una demanda en crecimiento o recuperación. Este desempeño no constituye un dato menor respecto al tema tratado en el presente artículo porque implicaría un escenario de expansión de la demanda (potencial mejora paretiana).
Lo segundo que habría que decir es que, el precio -o los precios, el intermedio y el precio final- no representan simplemente una regla de reparto del valor del bien en los mercados (sean intermedios o finales). Asimismo, el precio posee incidencia e implicaciones sobre el potencial de Bienestar Social que se generaría en los mercados (en la medida que se genere o no Pérdida de Peso Muerto). Es decir, si bien el precio efectivamente pagado constituye una regla de reparto del valor de un bien entre el oferente y el demandante que lo adquiere, asimismo el precio podría tener un efecto sobre potenciales consumidores que aun valorando el bien y teniendo capacidad de pago superior a su costo, no terminan adquiriéndolo debido al precio.
Este último tema podría constituir una fuente de preocupación de interés económico general, Bienestar Social o respecto a la eficiencia en los mercados. Adicionalmente habría que considerar situaciones en las que aguas arriba en un estadio intermedio de la cadena de valor, un precio intermedio produce intercambios menores a los potenciales o inferiores a todos aquellos donde a priori a la negociación existían intereses por las partes -ej: entre ganaderos y automercados- para cerrar un intercambio y que sin embargo no terminan concretándose (producto de una insatisfacción derivada del desbalance en la regla de reparto, representando un sesgo cognitivo).
En numerosos países, entes públicos con competencia y responsabilidades en materia del funcionamiento eficiente de los mercados suelen realizar estudios e investigaciones sobre el desempeño de los distintos mercados que configuran la economía nacional. Así es como, para asomar un simple ejemplo, pueden observarse estudios sobre el funcionamiento y la competitividad de mercados como el de carne vacuna en países como Argentina, publicados por entes como la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, CNDC (producto de estos estudios pueden asomarse recomendaciones en favor de un mejor funcionamiento del mercado).
Tercero, en el ámbito privado pueden existir incentivos para resolver problemas de falta de alineación de intereses que adicionalmente generan problemas de eficiencia en el mercado. Un caso por excelencia es cuando existe un monopolio bilateral. En estas situaciones, una decisión centralizada que sustituya el mercado intermedio -ej: vía integración vertical o vía una solución intermedia, un contrato con restricciones verticales o tarifas en dos partes- podría alinear interés público y privado de las partes (cuando menos parcialmente).
Cuarto, el siguiente caso podría constituirlo aquel en el cual un ejercicio de poder de mercado y de negociación unilateral pinzaría no sólo márgenes a un lado de la cadena de valor -aguas arriba-, sino que en un extremo no se produzca un passthrough, por ejemplo, como lo señala Confagan aguas abajo, hacia el consumidor de precios intermedios bajos, sino que se produzca una Pérdida de Peso Muerto debido a un precio final elevado o extracompetitivo. En estos casos un precio intermedio bajo que reduzca incentivos a la oferta primaria podría estar alineado con los intereses aguas abajo de un nivel de oferta monopólico o de ejercicio de poder de mercado para determinarse un precio final extracompetitivo.
Conclusión:
Los particulares podrían estar interesados en realizar un análisis del mercado para caracterizarlo y diseñar mejor sus estrategias negociación entre stakeholders del mercado.
Economista UCV. Consultor Económico.