Patria-icidio
El resto de los ciudadanos pueden vivir tranquilos y trabajar en paz. En las dictaduras de Cuba (54 años) y la de Venezuela (15 años) existe un poder único al que debe rendirse pleitesía y obediencia, o te persiguen y exterminan como enemigos, como “gusanos.
En Venezuela desapareció la seguridad personal y de los bienes. Mencionemos un solo ejemplo: las expropiaciones. Chávez expropió, sin indemnización, millones de hectáreas de tierras cultivadas y miles de plantas industriales en plena producción. Sus propietarios no eran enemigos, es más, probablemente la mayoría de ellos lo miraba con simpatía.
Este modelo de dictadura no lo concibió Chávez, lo copia de Cuba, cuando sucumbe a la fascinación de Fidel Castro. En Cuba como en Venezuela es un modelo fracasado. Arruinó a Cuba, ahora ha venido arruinando a Venezuela. Muerto Chávez, procedía revisar con objetividad y realismo, si convenía o no mantener y seguir desarrollando ese fracasado modelo de gobierno. Para impedir tal revisión, Fidel y Raúl Castro, convencieron a Chávez moribundo de escoger a Maduro como su sucesor.
No se equivocaron. A pesar de la profunda crisis política, económica y social que asfixia a Venezuela, Maduro continúa impertérrito, desarrollando el modelo cubano. Las evidencias están a la vista.
Los venezolanos, digamos por dejadez para no ser polémico, no hemos opuesto resistencia a que se nos imponga ese modelo inviable, universalmente desacreditado y rechazado. Además, y no es poco cosa, contrario a la Constitución, que establece en su artículo 2:
“Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores supremos la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la ética, y el pluralismo político”.
Ha llegado el momento de reaccionar en bloque, unificados por la determinación de no permitir que se siga cubanizando a Venezuela. Aquí no hay peligro de magn-icidio, que es un invento del gobierno para reprimir y estrangular la vida democrática. Lo que está en marcha es un PATRIA-ICIDIO, es decir la desaparición de la Patria libre y soberana que nos legaron los Libertadores.