¿Pasando necesidades?
El pueblo está cansado, se pregunta cada día ¿por qué estoy pasando necesidades? Siente algo que lo ahoga por dentro, llámese rabia, frustración o desesperación. Sabe que lo engañan, que se burlan de él… los que hablan de revolución y viven como reyes.
¿Por qué estamos como estamos? La respuesta es sencilla, porque hace 15 años se comenzó a desmontar este país. Por instrucciones de Fidel, los que se pusieron a los pies del déspota, comenzaron por destruir cualquier institución que podría en el futuro, enfrentarse al proyecto del Foro de Sao Paolo, después fue arrasar con todo lo que producía, seguido por apoderarse del poder judicial y así garantizar la impunidad.
Pasó por ayudarse con guerrilleros, terroristas, extremistas, serviles, “jaladores” y cuanta alimaña se podía comprar con el ingreso petrolero.
De esta manera cayeron los partidos políticos, quienes sin lugar a dudas habían puesto de su parte también, la urgencia fue aprovechar el mal momento para desprestigiarlos y destruirlos, la segunda institución fueron las Fuerzas Armadas, los pusieron a administrar dinero del estado sin ningún control, para promover la corrupción, el abuso de poder, el narcotráfico… allí también el terreno estaba abonado.
Violando la Constitución se apoderaron de la Asamblea Nacional, del Consejo Nacional Electoral y de la Corte Suprema de Justicia, apoderándose de su control sin respetar la norma constitucional de la mayoría calificada y la representación de las minorías.
Se rodearon de los peores mediocres, los que obedecen sin rechistar porque es la única manera de continuar aprovechando de la rapiña. Allí están los defensores del pueblo, los gobernadores del Psuv, las mafias responsables del desbarajuste de Pdvsa, la Fiscal General, ministros, palanqueados, vicepresidentes, aduaneros, jueces, guardias nacionales… toda una fauna necesaria para el trabajo sucio.
Mención aparte se merecen los colectivos, la mano negra con la que pueden asesinar sin rendir cuentas, junto a las milicias es el mecanismo con el cual pueden actuar sin tener que disimular respetando leyes. Desde tiempos del finado esperaban contar con el Chacal para dirigirlas y darles un ámbito internacional atemorizador de otros gobiernos de la región, pero el Gobierno Francés no lo permitió.
De esta manera terminaste manipulado, sin trabajo, sin policías que te defiendan, sin seguridad en la calle, sin comida ni medicinas, reducido a mendigar favores o comida, a ser parte de las colas, racionado con tu número de cédula y a vivir encerrado en tu casa para sobrevivir.
¿Por qué los supermercados están vacíos? se interroga cualquier ama de casa, porque expropiaron casi todas las empresas y las fincas que producían, las que distribuían la comida y las que financiaban la producción agrícola y pecuaria. Su idea “genial” era importar todo de sus aliados, léase Cuba, China, Nicaragua, Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador… aunque no producían muchos de los productos, fueron tan perversos como para organizar compras trianguladas, que permitían enriquecer a otros países y obtener su tajada de comisiones, con las cuales abrir sus cuentas en Suiza, Andorra, Bahamas o Panamá.
Un estudiante se plantea ¿Por qué no hay dólares para importar o estudiar? Una parte los regalaron, 16 años manteniendo chulos en el continente, financiando a Cuba y a su “revolución”. También porque destruyeron la industria petrolera y la convirtieron en su caja chica, dejó de invertir en la producción y terminó extrayendo la mitad de lo que producía en la Cuarta República, aquella donde se conseguía de todo.
No hay dólares, porque hipotecaron al país con China y Rusia, necesitaban dinero contante y sonante para promover la corrupción, financiar los grupos extremistas, comprar conciencias y darse la buena vida. Gran parte está en manos de los Chávez, de la familia de Maduro, Cilia y Diosdado, también en manos de los militares quienes poco a poco se van exilando esperando proteger el patrimonio mal habido y de aquellos partidarios del gobierno que recibieron dólares preferenciales.
Sin hablar de los enchufados, las empresas de maletín chavistas, los que robaron a Cadivi… en un país donde los contratos se dan a dedo, son miles de millones que fueron a parar a las manos de quienes supieron repartir una parte entre los ilustres revolucionarios. Cada día que pasa nos enteramos de una nueva cuenta millonaria bolivariana, mientras tú te encuentras en cola, frente a un Mercal, una farmacia, o un hospital.
Cuando un padre de familia se pregunta ¿Por qué no encuentro trabajo? Te imaginas que cerraron miles de empresas gracias a las políticas del régimen, entonces en un país sin seguridad jurídica y donde a la empresa privada se le persigue, ¿quién va a invertir?
¿Por qué no hay seguridad? Es lo que todos los venezolanos nos decimos, a nuestro alrededor no queda ninguna familia que no haya sufrido un robo, un secuestro o un asesinato. Será gracias a los delincuentes liberados por Iris, será porque los colectivos están armados por el régimen y que cuando no están persiguiendo jóvenes que protestan, tienen tiempo libre y el “equipo necesario”… o será gracias a la impunidad de que gozan de parte de policías y jueces, ahora extendida a los “guetos de paz”.
Cómo un país con un ingreso millonario puede encontrarse en la ruina, no se me ocurre otra respuesta que por incapaces… sin embargo cuanto más pienso en ello, entiendo que así querían vernos, oprimidos, reducidos, dependientes y temerosos. “Firmes y a discreción”, con franelas rojas, sin prensa libre, escuchando cadenas televisivas, “calándonos” discursos plenos de necedades, haciendo colas, callados o llorando un muerto.
¿Estás pasando necesidades?, ¿sabes de quién es la culpa? Pues de quién más… ¡de ellos!, Ponle un nombre a las situaciones antes descritas y ya sabes de quien tienes que salir.
Piensa en los nombrados en este artículo, recuerda también a los Tareks, a los Rangel, a María Gabriela, a los que saltan la talanquera, a los que dirigieron las empresas de Guayana. No te olvides de Ramírez, del general del eructo, del Embajador Chaderton, de artistas, deportistas y todos los que prestan su imagen para fortalecer al régimen.
Sé que recibiré correos que dirán: bueno todo eso está claro, ¿pero cómo hacemos? Yo me pregunto si en vez de quedarme callado haciendo cola, leyendo prensa, rumiando mi rabia, comienzo por hacer algo.
Comencemos por alzar la voz, denunciemos al cínico, al hipócrita que invade nuestra intimidad a través de la televisión, con su falso discurso… comencemos por apagar la TV, salgamos a sostener los estudiantes, las universidades autónomas, únicos centros de pensamiento libre, escuchemos el mensaje de la iglesia y el de las nuevas generaciones.
Olvidemos el discurso que divide, el que responde a intereses particulares, defendamos los presos para que podamos aspirar a ser defendidos, sostengamos a las valientes mujeres que luchan. Rechacemos ser manipulados… no asistamos obligados a sus actos.
Hace pocos días circuló un video donde unos campesinos liderados por una señora liberaron a un compañero de un aberrante tratamiento militar… ese que anuncio “esto ya comenzó”. ¿Vamos a seguir dejando que se lleven los estudiantes a las celdas de tortura, a sus abogados, a los alcaldes y a los que protestan en las colas?
Actuemos, dialoguemos, avancemos, votemos, salgamos a la calle cuando es necesario… ¡Presentemos un proyecto de país! Cada quien en su puesto sabe lo que tiene que hacer, no necesita que yo lo escriba aquí.
Ex Cónsul de Venezuela en París
Presidente de Venezuela-Futura, Francia
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