Parra Pérez, cofundador de la ONU
Venezuela tuvo en el siglo XX cancilleres notables (Pedro Itriago Chacín, Esteban Gil Borges, Carlos Morales, Andrés Eloy Blanco, Ignacio Arcaya, Marcos Falcón Briceño, Ignacio Iribarren Borges, Arístides Calvani, Simón Alberto Consalvi, Enrique Tejera París, Miguel Ángel Burelli Rivas, para mencionar sólo algunos). Catedráticos, académicos, historiadores, juristas y diplomáticos de carrera de gran valía intelectual y ciudadana; todos respetados en los foros internacionales. Uno de ellos fue el merideño Caracciolo Parra Pérez (1888-1964). Individuo de Número de la Academia Nacional de Historia de Venezuela y de Argentina, fue autor de una vasta obra entre cuyos títulos figuran: Historia de la Primera República, Mariño y la Independencia (5 tomos), Mariño y las guerras civiles (3 tomos) y Miranda y la Revolución Francesa (2 tomos).
En su libro Incursiones Periodísticas (2004), compendio de sus principales artículos publicados por El Universal, el profesor universitario Héctor Grisanti Luciani (1926-2019), exmagistrado de la antigua Corte Suprema de Justicia, revela que el Dr. Parra Pérez inició su carrera como agregado en la Legación de Venezuela en París en 1913, a la edad de 25 años. Fue uno de los primeros diplomáticos de carrera del Ministerio de Relaciones Exteriores. Ocupó todos los rangos por ascenso, llegando a ser ministro plenipotenciario (embajador) de Venezuela en Francia e Italia y encargado de negocios en Suiza, además de delegado en la Sociedad de las Naciones, de la cual fue también cofundador. En 1941, fue designado ministro de Relaciones Exteriores por el presidente Isaías Medina Angarita, el general civilista que profundizó la transición democrática (1941 – 1945), iniciada por su antecesor, Eleazar López Contreras (1935 – 1941).
Acucioso investigador y disciplinado escritor, Parra Pérez, junto con Alberto Adriani, halló los 63 volúmenes del Archivo de Miranda en Inglaterra, después de más de un siglo extraviado. Gracias a su diligente iniciativa, el gobierno del general Juan Vicente Gómez adquirió para la nación el valiosísimo archivo, el cual estaba por ser comprado por una reconocida universidad norteamericana. Su última responsabilidad fue la de embajador de Venezuela en la UNESCO, con sede en París, donde también fue elegido miembro del Instituto de Francia.
Destaca Grisanti Luciani la gestión del estadista andino en el proceso fundacional de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 1945, cuya acta constitutiva firmó como jefe de la Delegación de Venezuela. Fue el único venezolano (y latinoamericano) en presidir la IV reunión de la Conferencia de plenipotenciarios, a la cual se le encargó la redacción del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia. En su intervención, el jurista Parra Pérez propuso la incorporación de “principios esenciales que Venezuela, como muchos otros países, ha sostenido siempre, …no sólo como miembro de la comunidad americana; …principios acogidos y defendidos por todos los pueblos civilizados…” Son ellos: la igualdad absoluta de los estados, el respeto por su integridad territorial y la obligación de recurrir a medios pacíficos para resolver las controversias internacionales.
Subraya Grisanti Luciani, la importancia que le dio el ministro venezolano al establecimiento de la Corte Internacional de Justicia. En su artículo Parra Pérez, canciller insigne, cita su exposición en la plenaria: “…esencial para la buena marcha de las relaciones entre los estados es, sin duda alguna, la Corte Internacional de Justicia…uno de los principales objetos del trabajo de la Conferencia es darle la autoridad mas completa y la mayor eficacia a su gestión.”
@lxgrisanti