Palestina, sí; Hamás, jamás
Muchos países han optado por identificar la causa Palestina con las acciones de movimientos terroristas como el Hamas y el Hizbolá, armados con material bélico destructivo obtenido de países como Irán y Siria, en vez de respaldar al Presidente de la Autoridad Nacional Palestina Mahmoud Abbas en procura de la creación del Estado Palestino a través del reconocimiento del Estado de Israel.
Algunos Gobiernos condenan al Estado de Israel por su intervención militar pero silencian la provocación inicial en la que se han lanzado miles de misiles desde Gaza. Se condena la muerte de civiles palestinos pero se omite la utilización de escudos humanos o nada se dice del descubrimiento de una red de túneles preparados para penetrar subrepticiamente en el territorio Hebreo.
Es evidente que el clamor mundial por el cese del fuego debe ser cumplido. Pero por ambas partes. Lo grave, es que cada vez que se adelantan las negociaciones de paz para la creación de un Estado Palestino que conviva con el Estado de Israel, las fuerzas extremistas se han opuesto. Así ocurrió en 1947 cuando la ONU aprobó la resolución de partición creando dos Estados: Uno Judío y otro Palestino, cuyo mandato se truncó cuando al día siguiente de la proclamación de Independencia de Israel, siete naciones árabes le declararon la guerra al nuevo Estado alegando que solo podían aceptar un solo Estado: el Palestino. Con esta decisión se inició un largo periodo que afecta 66 años después a ambas poblaciones con sus consecuencias trágicas que enlutan a las familias de ambos lados.
Como Embajador de Venezuela en Israel pude vibrar con la firma de los Acuerdos de Camp David, gracias a los cuales Yitzhak Rabin, Shimon Peres y Yasser Arafat recibieron el Premio Nobel de la Paz. El asesinato de Yitzak Rabin al igual que el recrudecimiento de los atentados terroristas del Hamás y del Hizbolá, hizo que ambos extremos se dieran la mano, debido a las coincidencias estratégicas de mantener la violencia y aplastar a los idealistas de la paz.
Hace pocos meses vivimos otro hecho histórico lleno de esperanza con la visita del Papa Latinoamericano a Tierra Santa, en donde pudo reconducir caminos de Paz y Oración y volver a reunir a Shimon Peres con Abass, junto a católicos, ortodoxos, judíos, musulmanes. Pero nuevamente el Hamas intervino para desestabilizar todo esfuerzo de mutuo reconocimiento entre Palestina e Israel. El apoyo irrestricto al Hamas de países como los miembros de MERCOSUR, en vez de respaldar a los dirigentes Palestinos que quieren vivir en Paz con Israel, es continuar apoyando a los extremistas y no a los que desean construir un Nuevo Medio Oriente, con el agravante de que la inestabilidad de los extremistas se ha regado en toda la región.
Absolutamente de acuerdo con la opinión emitida por el señor Alcalay. La comparto de principio a fin.
EXCELENTE Y SIN DESPERDICIO.