¿Otro dron, más destrucción o cambio?
Es tanto el daño ocasionado por Maduro y su grupo a millones de venezolanos y a la infraestructura e instituciones del país que probablemente muchos lamentaron que el dron que voló en el aniversario de la desprestigiada Guardia Nacional no alcanzara su objetivo. Se puede entender, aunque no aprobar, que ante los atropellos cometidos por el dictador y su negativa a salir “por las buenas o por las malas”, como predica tanto él, como el Pithecanthropus que preside la ilegal constituyente, algunos hayan pensado que la única solución es el tiranicidio.
La historia revela que quienes conspiran para eliminar a un tirano son generalmente idealistas que consideran deben sacrificarse por el bien común. En la Antigua Grecia llegaron a ser considerados héroes. El romano Cicerón dijo que “cualquier medio es válido para la eliminación del tirano” y hace unos 400 años el padre Mariana justificó plenamente el tiranicidio ¿ Puede alguien no simpatizar con el intento de asesinar a Hitler? Sin embargo, en el Siglo XXI es menester aplicar otros mecanismos para salir de un ser espernible. Además, este tipo de solución puede producir consecuencias no deseables cuando el tirano es un populista apoyado por Cuba y hasta cierto punto por Rusia y China También hay que considerar que no siempre la muerte de un tirano hace florecer la democracia. Un caso muy cercano lo tenemos con la muerte de Chávez, la cual produjo un Maduro y no un presidente respetuoso de los derechos humanos.
Por la naturaleza embustera del régimen muchos dudan de que realmente existiera un intento de tiranicidio. Nadie olvida el centenar de “intentos” inventados por Chávez, quien nunca aportó pruebas. Maduro ha elaborado una media docena de supuestos golpes, solo para encarcelar y exiliar a quienes presume no lo apoyan. El embustero Motta es conocido con el mote de “general sabotaje”. Reverol, Cabello y Jorge Rodríguez forman parte de la comparsa “los embusteros”. Pareciera que, como en el cuento del lobo, esta vez les llegó y tienen dificultades para que los ciudadanos les crean.
Maduro, además de tirano, favorece el narcotráfico y el hampa y gobierna con los peores, con la consecuente destrucción de Venezuela. Su permanencia ocasionaría que en el país no quede piedra sobre piedra. Por ello hay que desplazarlo del poder. Descartado el tiranicidio y ante el cierre de la vía electoral por parte del régimen, ¿qué podemos hacer para lograr el cambio? La experiencia indica que no saldremos solo con protestas de ciudadanos valientes que enfrentan desarmados a los chacales de la Guardia Nacional, Policía Nacional, Sebin y paramilitares rojos, los cuales no dudan en disparar a matar.
Saldremos cuando nuestra dirigencia unida ofrezca un Plan de Acción que se perciba como factible de realizar para eliminar la hiperinflación y la escasez, que dé confianza de que serán mejorados los servicios y que generará empleos. Este Plan, presentado por un vocero de la unidad con credibilidad, debe crear el ambiente necesario para reactivar las protestas masivas y desencadenar una huelga general. Esta situación debe propiciar el inicio de una negociación bien entendida, que abra la posibilidad de un gobierno de transición. Para ello debe contarse con al menos un sector importante de la Fuerza Armada. Otras negociaciones fracasaron porque la oposición no contó con respaldo suficiente para presionar al régimen, cuyo objetivo fue ganar tiempo y ofrecer una mejor imagen internacional. Con el respaldo de una huelga general, con gente en las calles y apoyo internacional, unos buenos negociadores tendrían herramientas para lograr que el régimen ceda por entender que el costo de permanecer es mayor.
Maduro cometió un grave error político y un acto propio de los bárbaros al secuestrar y torturar al diputado Juan Requesens, a quien no le perdonan su discurso-denuncia en la Asamblea Nacional, y allanar su inmunidad y la del diputado Julio Borges, contando con los magistrados alcahuetas del TSJ, además de la estupidez de acusar al expresidente Santos de haber apoyado el atentado y de querer involucrar a otros inocentes. Esto lo ha debilitado aún más y debería desencadenar su salida, siempre y cuando la dirigencia opositora entienda que debe presentar un frente compacto, ofrezca una alternativa a la dictadura y tenga claro que hay que deponer al régimen lo antes posible.
Como (había) en botica: El Oil Market Report de la OPEP del 13 agosto de 2018 informa que la producción de crudo de Venezuela según fuentes secundarias es de solo 1.278.000 barriles por día, es decir 1.584.000 barriles por día menos que los que se producían en 2001. Si se acepta la información suministrada por el régimen venezolano, el descenso de la producción es de 1.369.000 barriles por día. Cabe recordar que en el intento de magnicidio contra Betancourt, los conspiradores eran ciudadanos comunes, sin ambiciones de poder, percibidos como buenas personas, pero que actuaron equivocadamente en contra de un presidente polémico, pero que no era un dictador. Ninguno de ellos fue torturado y estuvieron presos en la Cárcel Modelo en buenas condiciones. Los ineptos rojos pensaron que podían apoderarse y romper contratos con empresas extranjeras sin sufrir las consecuencias. Los casos de Conoco Phillips y de Crystallex en contra de bienes de Pdvsa constituyen solo una muestra de lo que se desencadenará por la irresponsabilidad del régimen ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!