Opinión Nacional

Zamuro cuidando carne

Muchos venezolanos han sido sorprendidos por la prisión de mi amigo Oswaldo Álvarez Paz, cuyos planteamientos y posiciones sobre la situación del país comparto en su totalidad. Desde hace por lo menos tres años que se sabía de las intenciones del Iluminado de Sabaneta de poner a Oswaldo entre rejas. Respeto la decisión de Oswaldo de someterse a la canalla chavista, que ha hecho de la asamblea nazional, el ministerio público (impúdico) y el poder judicial, una especie de madamas de burdel que siempre disponen de la  prostituta adecuada para cada cliente y para cada una de sus fantasías.  El principal, pero no el único, cliente de esas madamas es el Iluminado y ellas están siempre prestas a satisfacer cada uno de sus caprichos, por excentricos e ilegales que sean. Los otros clientes serán atendidos y satisfechos sus deseos en la medida en que se «bajen de la mula».

El Iluminado, días antes de su detención, calificó las opiniones de Oswaldo Álvarez Paz como delictivas y dijo que debería estar preso por esas opiniones e irónicamente agregó que él no tenía el poder de “poner preso a nadie”, que ese poder lo tenían «otros» órganos del Estado. Y la reacción de las madamas no se hizo esperar. La madama del Ministerio Impúdico reaccionó rauda: armó una imputación contra el señalado por el Iluminado y solicitó que se le privara de libertad.

Y acto seguido, la otra madama, la del poder judicial, voló y en minutos y seguramente sin siquiera leer la imputación fiscal, procedió a dictar medida privativa de libertad contra Oswaldo Álvarez. El capricho del dictadorzuelo quedó satisfecho. Las madamas siempre tienen a una subalterna dispuesta a satisfacer los caprichos del cliente, sobre todo si paga bien los «servicios».

Y en la Asamblea Nazional, que es parte fundamental del aparato represivo fascista del régimen, sin sonrojo alguno, las focas celebraron la actuación de las otras madamas contra Álvarez Paz. Pero entre madamas siempre hay competencia. Y es así como en esa misma sesión  la Asamblea Nazional aprobó un acuerdo solicitándole a la otra madama, la del ministerio impúdico, que abriera una investigación penal contra el Presidente de Globovisión, Guillermo Zuloaga, por sus opiniones sobre los hechos del 11 de abril de 2002 y el talante totalitario de Hugo Chávez, expuestas ante la asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa.  En esa sesión, el servilismo y el jalabolismo de las focas tuvieron su más  sublime expresión en la media lengua de una diputada, supuestamente periodista, que con el moño totalitario suelto y la respiración entrecortada, argumentó que las opiniones podían constituir delito. Por eso desde hace tiempo escribo “Asamblea Nazional”, en lugar de Nacional.

Acto seguido, la madama del ministerio impúdico ordenó una investigación e imputación contra Guillermo Zuloaga, quien fue detenido y trasladado a Caracas esposado por funcionarios de la DIM. Fue presentado ant Juzgado 40 de Control, que acordó una medida sustitutiva: prohibición de salida del país, que es una medida restrictiva de la libertad. Falta ver si al juez no lo destituyen, lo imputa la madama de Parque Carabobo y lo ponen preso, por no haber satisfecho plenamente los deseos del Iluminado.

Para su más precisa identificación, cada una de las edificaciones de la asamblea nazional, la fiscalía y los despachos judiciales, y para contento del Iluminado, deben ser provistas de un gran farol rojo rojito, en las puertas de acceso del público. Así las víctimas sabrán por donde entrar y que van a encontrar adentro. La correcta señalización de las oficinas públicas es siempre útil a los ciudadanos. 

Pero a propósito del titulo de este escrito, “zamuro cuidando carne”, quiero denunciar que Oswaldo Álvarez Paz, un ciudadano a carta cabal y honestidad a toda prueba, está siendo acusado por la Fiscal 21, GINEIRA JAKIMA RODRIGUEZ URBINA, que por todas las circunstancias conocidas es evidente que se encuentra incursa en el delito de “enriquecimiento ilícito”, con el conocimiento y la aprobación de su “jefa”, la madama del ministerio impúdico.

En efecto, resulta inexplicable, que una fiscal del ministerio público cuyo salario no llega a $ 1.500,00, que vive o vivió hasta hace poco en un modesto apartamento en Caricuao (1), pueda comprar dos inmuebles en el exterior, por los que pagó a brinco rabioso TRESCIENTOS NOVENTA Y OCHO MIL DOLARES (2), que equivalen, aproximadamente, a 22 años de su sueldo actual. Esta señora tendría que explicar y el ministerio público investigar, de dónde sacó la Fiscal GINEIRA JAKIMA RODRIGUEZ URBINA esa respetable y jugosa suma de dólares. 

Todos los indicios llevan a concluir que esta funcionaria se encuentra incursa, por lo menos, en el delito de enriquecimiento ilícito y debe probar el origen de esa elevada suma de dinero.  Explicar si es producto de una herencia o de sus ahorros como fiscal o de los honorarios recibidos como «jueza» en concursos de belleza masculina (3) o si por el contrario es producto de actividades reñidas con la ley o el beneficio producido por satisfacer los caprichos del Iluminado y la madama de Parque Carabobo.

En este mundo al revés que vivimos los venezolanos, se dan las más grotescas contradicciones. Así como no se puede poner a zamuro a cuidar carne, no se puede poner en manos de quienes tienen rabo de paja el sistema de justicia. La  imputada y juzgada debe ser GINEIRA JAKIMA RODRIGUEZ URBINA y no Oswaldo Álvarez Paz.



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